Crítica: “UNA NOCHE PARA SOBREVIVIR”. CAMINO A LA REDENCIÓN

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Una Noche para Sobrevivir es el tercer trabajo conjunto de esa dupla artística formada el actor Liam Neeson y el director Jaume Collet-Serra, un tándem creativo que ha basado sus dos anteriores trabajos en lúdicos ejercicios de estilo, de elegante empaque visual y ritmo constante. A cada nueva película el dueto parece ir afinando sus mimbres y con este tercer proyecto han ejecutado su más lograda película. Con un argumento que recuerda a aquella fabulosa Camino a la Perdición de Sam Mendes, aquí también encontramos a un veterano sicario de la mafia que debe enfrentarse a su familia criminal para poder salvar la vida de un hijo con el que mantiene una relación fría y distante, iniciando una huida frenética en busca de una solución al problema y de paso una posible redención para sí mismo.

La diferencia entre este trabajo y el de Mendes radica en que mientras Camino a la Perdición utilizaba las claves del cine negro como excusa para generar una compleja historia emocional entorno a una relación paterno filial, Una Noche para Sobrevivir se regocija en su carácter de cine de género puro. Con una estructura que combina componentes del thriller, el film noir y el western, la cinta no se avergüenza de su uso de los clichés narrativos, sacando máximo uso de ellos. Los personajes son arquetípicos, pero perfectamente construidos y eficaces, especialmente en lo que se refiere al duelo interpretativo de los dos actores veteranos del reparto, Liam Neeson y Ed Harris. Esa amistad devenida en enfrentamiento visceral da pie a los momentos interpretativos álgidos de la película, con un desenlace que hubiese complacido a viejos maestros como Howard Hawks o Anthony Mann.

Jaume Collet-Serra le da al conjunto una puesta en escena vibrante y robusta, sin flaquezas de ritmo y con un apabullante sentido de la ambientación. Es cierto que en ningún momento estamos ante una obra trascendente, ni original, pero sí es un gozoso ejemplo de entretenimiento puro, bien ejecutado, con actores de carácter y que asume con honradez y orgullo su identidad de producto comercial.

Una noche para sobrevivir