Género: Acción | Sci-Fi
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 131 mins.
Fecha de estreno EEUU: 12 de Julio de 2013
Fecha de estreno España: 9 de Agosto de 2013
Web oficial: www.pacificrim-es.com

Dirección – Guillermo del Toro | Guión – Travis Beacham, Guillermo Del Toro | Producción – Jon Jashni, Guillermo del Toro, Thomas Tull, Mary Parent | Montaje – Peter Amundson, John Gilroy | Fotografía – Guillermo Navarro | Música – Ramin Djawadi

Reparto: Charlie Hunnam (Raleigh Becket), Rinko Kikuchi (Mako Mori), Clifton Collins Jr. (Ops Tendo Choi), Ron Perlman (Hannibal Chau), Idris Elba (Stacker Pentecost), Charlie Day (Dr. Newton), Rob Kazinsky (Chuck), Max Martini (Herc), Burn Gorman (Gottlieb)

Si de una manera rápida podemos describir a Guillermo del Toro es aludiendo a su fanatismo por el cine y la literatura de género. El director de Cronos, Hellboy o El laberinto del fauno es un fan irredento de los monstruos y su pasión por el Kaiju-eiga se hace más que evidente en este festival de guantazos en tres dimensiones. El buen gusto a la hora de encauzar al equipo de diseñadores, un acertado uso de la cámara para retratar las pantagruélicas batallas y la manera de hacer brillar cada dólar en pantalla son habilidades de las pocos directores podrían presumir como bien hace Del Toro.

A pesar de parecerlo, el guión de Pacific Rim está lejos de ser sencillo. Hacer llegar al público una historia sin demasiadas complicaciones suele requerir cierta complejidad a la hora de redactar el libreto. Un épico arranque en forma de prologo expone la información necesaria para poder hacer frente al resto de la narración, haciendo crecer las expectativas de la audiencia y poniéndola en alerta ante lo que está a punto de contemplar. Los arquetipos están bien utilizados y a pesar de caer en el terreno de lo predecible en ocasiones, la historia sorprende con elementos muy imaginativos para justificar los giros dramáticos de la película. Desde la necesidad de la pareja de pilotos en los Jaegers, hasta todo lo referente al interior de la falla de la que surgen los Kaijus, encontramos que no se ha dejado nada al azar y que los guionistas no han optado nunca por usar la vía fácil.

La película descansa en gran medida en las impresionantes escenas creadas por las distintas empresas de efectos digitales que se han encargado de hacer creíbles robots y monstruos y que consiguen que el espectador se pase todo el metraje agarrado a la butaca, siendo testigo de las increíbles peleas en las que la trama basa casi todo su gancho. El apartado visual del film es el que se lleva todos los aplausos a pesar de no resultar sorpresa alguna que Del Toro sea capaz de elegir el tono adecuado para dirigir las creaciones de su equipo artístico, mediando a la perfección entre los referentes clásicos y las expectaciones del público acostumbrado a los bombazos robóticos de Michael Bay.

El director sale victorioso ante todos los retos que se le plantean en un film tan técnico como este. Resulta muy inteligente la manera en la que introduce elementos en el guión para poder establecer visualmente para el público la escala de los combatientes. También es todo un acierto elegir un formato de pantalla más estrecho de lo habitual para favorecer las tomas basadas en el cuerpo a cuerpo y así mismo facilitar la traslación del film al formato IMAX. Encontrar al final del metraje que el film está dedicado a Ray Harrihaussen y a Ishiro Honda solo consigue que quiera abrazar a Guillermo con todas mis fuerzas.

Poster Pacific Rim

El carisma del casting es el justo y necesario para que compremos el tono ligero con el que está presentado este rico universo creado para la ocasión. Todos los pilotos Jaeger son a su manera más chulos que un ocho, todo un acierto para el que se ha elegido un estupendo y variado elenco de actores. El toque clásico lo aporta la pareja de secundarios cómicos encarnada por actores tan dispares como Charlie Day y Burn Gorman. Ambos no solo aligeran la carga de marcialidad que se respira en gran parte de la cinta, si no que con su dinámica ayudan al desarrollo de la trama en gran medida. Elementos como este son los que me hacen alabar la labor de guionista y director por partes iguales. Cuando el ya citado director de Transformers intenta algo similar, obtiene metraje improvisado, excesivo e innecesario que no ayuda casi en ningún momento a hacer avanzar la historia y si a aumentar el sopor del público exigente.

Una cinta plagada de aciertos que consigue devolvernos la fe en el blockbuster, perdida esencialmente en un verano plagado de ejemplos ruidosos y poco generosos con las nueces. El trabajo de Guillermo del Toro es encomiable en tantos aspectos que celebramos el éxito de la cinta fuera de su país de origen, que de seguro dará luz verde a una secuela que ya se está haciendo esperar.