Género: Acción
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 149 mins.
Fecha de estreno EEUU: 03 de Julio de 2013
Fecha de estreno España: 21 de Agosto de 2013
Web oficial: www.disney.es

Dirección – Gore Verbinski | Guión – Ted Elliott, Terry Rossio y Justin Haythe | Producción – Jerry Bruckheimer y Gore Verbinski | Montaje – James Haygood y Craig Wood | Fotografía – Bojan Bazelli | Música – Hans Zimmer

Reparto: Johnny Depp (Toro), Armie Hammer (John Reid / El Llanero Solitario), Helena Bonham Carter (Rodilla Roja), Tom Wilkinson (Latham Cole), William Fichtner (Butch)

Buscando repetir el éxito de la saga Piratas del Caribe, el equipo de Gore Verbinski uniendo fuerzas con el incombustible Jerry Bruckheimer, vuelven a la carga para traernos un producto pensado para llenar las salas de cine durante este caluroso verano. El resultado, a pesar de ser algo desigual por el desmedido metraje, no deja de ser una excelente aventura y un espectáculo digno de ser disfrutado en pantalla grande.

Como toda narración centrada en el origen de un héroe, El llanero solitario pasa inevitablemente por cómo John Reid llega a embutirse ese sombrero blanco y a ocultar su rostro tras la máscara negra. Quizá más importante aún es cómo llega a hacer pareja con Tonto, el nativo americano que guía sus pasos en el farragoso terreno de lo espiritual. Cansados ya de este tipo de historia de iniciación, es de agradecer que en este caso se nos intente dar algo más, aunque ese extra sea una clase de cultura americana en toda regla. Esto nos obliga a disfrutar de un metraje de casi 150 minutos de duración, que pone a prueba la vejiga y la paciencia de la audiencia a partes iguales.

Este ramalazo comprometido para con el pueblo nativo, no ha debido sentar muy bien en su país de origen. La imagen que se da de lo que vulgarmente conocemos como hombre blanco, ha debido ser motivo de desprecio por parte de la taquilla natural del film, dándose la paradoja de que ha sido el mercado internacional el que ha terminado por sufragar esta masterclass disfrazada de bombazo veraniego. El amor que destila el film por el western es evidente, y los seguidores de este género podrán disfrutar contando referencias, sobre todo a la vertiente spaghetti.

La excesiva duración de la cinta delata una enorme labor de producción que ha requerido más de doscientos millones de dólares. A parte del sueldo de Johnny Depp, salta a la vista que cada céntimo invertido se puede ver en pantalla, incluso más allá de lo evidente. Muchos de los efectos visuales del film pueden pasar desapercibidos ya que el director ha optado por dotar de paisajes creados de manera artificial a casi toda su aventura. El resultado es un apabullante despliegue visual que nos acerca una versión hiperrealista y a veces hiperbólica de una clásica aventura del oeste.

El cuidado que el director deposita en cada emplazamiento y movimiento de cámara convierte al excesivo film en un lujo para los sentidos, aunque para disfrutar por completo de él haya que dejar las expectativas de blockbuster en la puerta. Salvo un par de escenas de acción realmente apabullantes, hay que saber disfrutar con lo que nos cuenta la cinta, con la ventaja de que la película no encuentra lugar para los tiempos muertos y que el aburrimiento solo se asoma en contadas ocasiones al pasear la trama por el terreno de lo predecible.

Una película espectacular con moralina que se aparta demasiado de lo que conocemos como película del verano. Un lujo que esperemos no le cueste caro a Verbinski, al que muchos nos gustaría ver tras producciones más alejadas del cine para toda la familia.

El Llanero solitario