La Viuda Negra, la agente Carter, Maria Hill, Gamora, la Bruja Escarlata, la Avispa, Valquiria, Nakia, Okoye, Shuri. Antes de llegar a Carol Danvers (Capitana Marvel), el Universo Cinematográfico Marvel ya contaba con una amplia lista de nobles heroínas guerreras; sin embargo, todas chocaban contra un techo de cristal.

No importaba lo poderosas que fueran, las actrices carismáticas que las interpretaran, o lo demandadas que estuvieran por el fandom sus películas en solitario, todas ellas quedaban siempre relegadas a un segundo plano, dependientes de la presencia de los héroes masculinos de la franquicia. Tuvo que ser su principal competidora, Warner/ DC, la que demostrara que el mercado actual estaba listo para una cinta protagonizada por una única superheroína, aunque en Wonder Woman, el protagonismo aún estaba en gran parte compartido entre la amazona y Steve Trevor.

En Capitana Marvel, la presencia de Nick Furia es complementaria, hay muy buena química entre Brie Larson y Samuel L. Jackson, pero en ningún momento el futuro director de S.H.I.E.L.D. le pisa protagonismo a la guerrera Kree.

Hay mucho discurso feminista en la película (afortunadamente) e incluso, Marvel Studios se atreve a cambiar algunos aspectos significativos del canon de sus cómics. Esto no quita para que la cinta se mantenga como un producto de entretenimiento perfectamente engranado en la maquinaria Marvel.

La puesta en escena de Anna Boden y Ryan Fleck es esmerada y resultona, pero en algunos momentos falta de garra, y el guion, más allá de su tono reivindicativo y su humor paródico de los 90, no se aparta de las estructuras prefijadas y prototípicas.

En nuestra opinión, aún queda mucho discurso igualitarista por delante en Marvel, pero, sin estar entre sus mejores películas, pero tampoco entre las peores, esta Capitana Marvel nos parece un buen primer paso.

Cartel 'Capitana Marvel'.
Cartel ‘Capitana Marvel’.