Al final, puestos a escoger bandos, parece que la disyuntiva no está entre Batman o Superman, sino entre quienes defienden la película Batman v Superman. El amanecer de la Justicia, y los que la abominan. Ahí nosotros, sintiéndolo mucho, nos adscribimos al segundo bando.

Enfrentar en pantalla a los “Mejores del Mundo” era un sueño anhelado por muchos, más si tenemos en cuenta la excelsa tradición en papel que tienen estos dos personajes; sin embargo, muchos son los errores de base de esta película: una concepción de los héroes que traiciona a los originales, un guion repleto de incongruencias, una dirección que confunde saturación con narración, un exceso de retoque digital en la imagen que difumina la línea divisoria entre imagen real e imagen infográfica o una banda sonora machacona e irritante, carente de discurso musical.

Nos quedamos con la labor de diseño de producción y dos actores protagonistas que hacen lo que pueden por estar a la altura de las circunstancias.

Desgraciadamente, 424 millones de dólares de recaudación en su primer fin de semana valida este nuevo enfoque de la Warner que, nos tememos, seguirá sumando oportunidades perdidas en las próximas entregas.

Batman v Superman