El personaje de Chucky, conocido en español como el Muñeco diabólico, cumplía en octubre 30 años, y su creador, el cineasta estadounidense Don Mancini, visitó el Festival Internacional de Cine Fantástico Nocturna Madrid para celebrarlo. “Han pasado 30 años, son muchos. Me acuerdo cuando escribí este guion siendo joven y en aquel momento no me podía imaginar que tendría tanta longevidad, tanta presencia en todo el mundo y que daría tanto que hablar”, afirmó al recoger el Premio Maestro del Fantástico en un cine abarrotado de fans, seguidores de la saga de películas que suma ya siete entregas: El Muñeco diabólico 1, 2 y 3, La novia de Chucky, La semilla de Chucky, ‘La maldición de Chucky’ y ‘Cult of Chucky’, estrenada en 2017.
Mancini se ganó al público a lo largo de todo el Festival, saludando, fotografiándose y firmando todo tipo de merchandising relacionado con sus películas. Ofreció también varios encuentros, una inolvidable clase magistral de más de dos horas en la Sala Berlanga de la Fundación SGAE, un desayuno con periodistas y una charla sobre sus películas moderada por el director del festival Sergio Molina, además de asistir -por enésima vez- a la proyección en pantalla grande de la película original, todo un clásico que aplaudió la audiencia como nunca. Entretanto, también disfrutó de Madrid, del Museo del Prado, de paseos por la Puerta del Sol, donde no dudó en tomarse un selfie con los “muñecos diábolicos” que encontró a su paso, e incluso visitó el plató del programa ‘Late motiv’ de Buenafuente. De todo ello hay evidencias en sus redes sociales.
Don Mancini recordó en Nocturna que la idea original de Chucky partió de un muñeco que tenía su hermana que miccionaba. “Se me ocurrió un juguete que sangrara y así el niño tuviera que ir a comprar tiritas para provocar la venta continuada como estrategia de marketing”, explicó. “La idea del vudú fue desarrollada por el director Tom Holland, y el que el muñeco fuera poseído por el alma de Charles Lee Ray fue de modo conjunto con el productor David Kirschner”. En cuanto a la participación de Brad Dourif en el proyecto, quien en 1975 fue nominado al Oscar por su papel de reparto en Alguien voló sobre el nido del cuco, expuso que surgió porque Holland y el actor ya habían trabajado juntos en la comedia Fatal beauty, con Whoopi Goldberg. “El éxito y la longevidad de la saga estoy convencido de que se debe a la actuación de Brad”, comentó.
En relación a la evolución de la serie, aseguró que el tratamiento del humor “estuvo presente desde el principio, si bien en la primera película era más complicado hacer chistes porque aún estábamos introduciendo el personaje y hablaba menos”. En este sentido, reveló que como escritor le interesaba desarrollar el personaje y por eso en La novia de Chucky pudo dar a conocer más sobre el mismo, “sus esperanzas, sus sueños… y llegó la oportunidad de hacerlo más gracioso”.
Como referentes cinematográficos manifestó que cuando escribía el guion “tenía en mente todos los personajes icónicos del cine de terror, Michael Myers, Jason, Freddy Krueger…”, Olimpo del género en el que Chucky cuenta con su propio y merecido espacio. “Me interesa mucho el surrealismo en el cine y el terror y estilísticamente las películas de Brian De Palma”, director de Vestida para matar, El fantasma del paraíso y Los intocables de Eliot Ness, entre otras.
Por otro lado, declaró que “fue fantástico” trabajar con las actrices Jennifer Tilly y Fiona Dourif, habituales en sus películas, quienes hoy “son grandes amigas”. “No conocía a Jennifer personalmente, pero la había visto en Balas sobre Broadway. Necesitábamos una actriz con una voz especial para cuando se convirtiera en muñeca y Jennifer tiene justo esa voz. Tiffany –“la novia de Chucky”- es muy mala pero con tiene ese lado romántico, y ella ya había interpretado personajes así, de ‘novia de chico malo’, y además es muy sexy. Todo esto la hacía perfecta. Sin embargo, en un principio Universal quería alguien más popular. Peleamos por ella y finalmente dijo sí”, comentó sobre Tilly, quien ha participado en las últimas cuatro entregas de la saga.
Sobre Fiona, afirmó que la conocía desde que era una niña. Ella no hizo el casting para el personaje de Nica de La maldición de Chucky, sino para su hermana. Sin embargo, “demostró que era ideal para el rol pues es capaz de interpretar una especie de dolor interior. Creo que está alucinante en la película. Y eso me llevó a escribir el papel de Cult of Chucky para ella. Se parece mucho a su padre, incluso se ríe como Chucky mejor que Brad”.
En lo que se refiere a la serie de televisión que se prepara sobre el Muñeco diabólico fue muy cauto y tan solo aseguró que están en ello y que desean volver a la idea original, si bien son conscientes de que la noción del juego con muñecos se ha quedado un poco anticuada.