Los muertos vivientes están más de moda que nunca y en este marco la Editorial Urano, dentro de su colección Plata, acaba de publicar la perturbadora novela La ira de los ángeles, de Alden Bell. Con este título, el autor nacido en California nos sumerge en un mundo de pesadilla, pero también de belleza. A través de su inolvidable heroína seremos testigos de los pequeños milagros del apocalipsis y descubriremos que no hay peor infierno que el que uno mismo lleva a cuestas.
Nacida una década después de la aparición de los zombis, Temple ha pasado sus 15 años de vida entre esas criaturas; sabe cómo evitarlas y defenderse de sus mordiscos. Pero, por encima de todo, sabe que algunos hombres pueden resultar mucho más temibles que cualquier horda de muertos vivientes.
Un milagro, o tal vez un augurio, pues a la mañana que sigue a la noche de los peces luminosos, Temple encuentra el cuerpo en la playa. Lo descubre durante la ronda matutina por la isla que hace para revisar las redes.(…) Al principio es sólo una forma negra recortada contra la blanca arena, y la examina desde cierta distancia, la mide poniendo los dedos delante del ojo. Demasiado pequeño para ser una persona, a menos que esté doblada o semienterrada. Eso podría ser.