La India tiene una de las industrias cinematográficas más prolíficas del mundo y su concepto de industria es mucho más estructurado incluso que el de Hollywood. Tiene un star system robusto y conoce al dedillo las demandas de su público, la mayor parte de él, de consumo interno. Sin embargo, como sucede en Hollywood, para encontrar producciones de mayor calado social, que den visibilidad a la realidad del país, hay que salir del cine industrial y bucear en el cine independiente, la mayor parte en régimen de coproducción con países como Reino Unido para evitar la censura estatal.
Secretos de un Crimen es un ejemplo de esto último. Coproducción entre Reino Unido, La India, Alemania y Francia, supone el primer trabajo dentro del terreno de la ficción de la documentalista Sandhya Suri, quien, a través de una trama policíaca, aprovecha para hacer una doble denuncia de la discriminación de su país por cuestión de género y de casta. Secretos de un Crimen nos cuenta la investigación de un caso de violación y asesinato de una joven de 15 años procedente de la casta de los Intocables.
La protagonista, Santosh (título original de la película), es una joven viuda sin hijos que se acoge al llamado “nombramiento por compasión”, un plan del gobierno para dar salidas laborales y económicas a mujeres en desamparo social, heredando el puesto de trabajo de sus maridos cuando estos fallecen. En el caso de Santosh, su marido era un alguacil de una zona rural de La India, muerto en acto de servicio durante una manifestación.
A través de la mirada de Santosh, descubriremos el tratamiento discriminatorio que reciben las mujeres policías frente a sus equivalentes masculinos, pero también el nivel de corrupción y sobornos existente dentro del cuerpo policial. El desprecio evidente hacia aquellos procedentes de una casta inferior y la inmunidad que disfrutan los prohombres de la sociedad. Solo la inspectora Sharma, superior de Satosh, parece haber roto ese techo de cristal.
En este caso, el asesinato de la joven se convierte para Sandhya Suri en un MacGuffin que le permite, acompañando a la protagonista con su cámara, introducirse en diferentes estratos de la sociedad y recoger la realidad de manera cruda y realista. En este sentido, aunque ficción, la película evidencia el pasado documentalista de la cineastas, con muchas escenas rodadas en plena calle, y sin embellecer el bullicio, la superpoblación y la pobreza de la sociedad.
Galardonada en los Premios British Independent Film Awards (BIFA) al mejor guion y mejor producción revelación
A nivel interpretativo destacan especialmente las dos actrices protagonistas, Shahana Goswami y Sunita Rajwar, especialmente la primera que carga sobre sus hombros todo el peso de la película. De ritmo pausado y mirada detenida en aspectos sistémicos y tradicionales dentro de la cultura de La India, la película hace un retrato nada halagüeño de la sociedad de La India y no se muestra especialmente optimista al cambio, dejando claro el hondo arraigo de los elementos discriminatorios que abarca la cultura del país.
Secretos de un Crimen es, por lo tanto, una película densa y contundente, muy cruda a la hora de tratar la violencia del sistema, pero manteniendo en todo momento una elegancia a la hora de mostrar en pantalla los elementos más explícitos. Sin duda, un trabajo a recomendar y visionar, por la importancia de su temática y su retrato social.