Género: Comedia | Terror
País: Estados Unidos
Año: 2013
Duración: 97 min
Fecha de estreno en Estados Unidos: 8 de Octubre de 2013
Fecha de estreno en España: 13 de Noviembre de 2013

Dirección – Don Mancini | Guion – Don Mancini | Producción – David Kirschner, Don Mancini | Montaje – James Coblentz | Fotografía – Michael Marshall | Música – Joseph LoDuca

Reparto – Brad Dourif (Voz de Chucky / Charles Lee Ray), Chantal Quesnelle (Sarah), Fiona Dourif (Nica), Danielle Bisutti (Barb), A. Martinez (Padre Frank), Maitland McConnell (Jill), Brennan Elliott (Ian), Summer Howell (Alice)

Antes de empezar, me gustaría aclarar que el punto de vista de esta reseña no es la de un buen conocedor, o incluso seguidor, de la saga, por tanto tal vez se queden en el tintero ciertos elementos de relación entre entregas que puntuarían a favor. También es cierto que con esto se consigue una visión mas objetiva.

Dicho esto: ¿Vuelve Chucky? ¿A estas alturas? Pues vuelve con grandes promesas.
Muy grandes han de ser, y mas de cara al fan tras el estropicio que dejó tras de si Seed of Chucky, la cual, para bien o para mal si recuerdo.

Curse of Chucky reza ser la vuelta del Chucky serio. Del muñeco diabólico mas centrado en manejar el cuchillo de carnicero que en el onanismo.

Y esto es cierto. Esta entrega nos muestra a un Chucky mas cercano a los ‘Good Guys’ originales, pero tan bad guy como estos eran a sus inicios.

De hecho la película trae consigo bastantes mas promesas bajo el brazo que esa. El problema es que ni todas se cumplen, ni se cumplen bien.

Empezando por el plato central: Chucky. Que pese a volver radiante, no vuelve fresco. El personaje es el mismo, y eso era lo deseado, pero sin embargo no goza de una frescura evidentemente necesaria para este regreso por la puerta grande (del reproductor Blu ray). Por momentos incluso puede parecer que debamos tomarnos en serio sus chascarrillos sin gracia, cuya mayor baza es el hecho de que no lo son.

De hecho, el plato fuerte de la película, al final, es el como está planteada en términos de diseño. Una casa vieja en medio de la nada, una (solo una) noche tormentosa y una familia atrapada entre sus paredes. Elementos dignos de cualquier película de fantasmas que se precie. Elementos a su vez muy útiles a la hora de crear atmósfera.

Y a eso se dedica Curse of Chucky, al menos en un principio. A fundamentar esta atmósfera lúgubre y a la vez tan expresiva. Se puede ver claramente un esfuerzo por conseguir hacer física esa sensación de pesadilla, muy acertada para lo que la película plantea.

Sin embargo uno no puede, incluso en momentos en que este aspecto funciona, dejar de sentir esa sensación que produce ver un telefilm. Tal vez sean los personajes estereotipados, tal vez sea ese enfoque al amplio público (lógico, pero falto de revoluciones), pero sea lo que sea, esa sensación está ahí, condicionándonos la perspectiva.

La maldición de Chucky

Y realmente es una pena, pues las intenciones están. Pero se desvanecen a medida que la cosa avanza.

Otro punto fuerte (o al menos eso parecía que iba a ser, al principio) era el uso de la cámara, con un patrón de barridos circulares muy marcado, que usaba como muy buen conductor de la emoción, adquiriendo la película muy buena personalidad. Sin embargo esto parece morir con la presentación de personajes, y quedarse en simplemente un muy buen punto de partida.

Resulta que al final lo que tenemos es una primera mitad de buenos recursos pero bajo interés, y una segunda, considerándose esta cuando empieza el alboroto, de emociones mas intensas pero cinematografía mas plana. El balance termina siendo mediocre en conjunto.

Y es que cuando todo estilo parece perdido, entran ya sin filtro toda clase de recursos fáciles, tales como malos CGI (Efectos digitales, para entendernos) o flashbacks narrativos en blanco y negro que le sacan a uno de cualquier tono. Transformándose todo en una broma poco pensada. Un producto al final vagamente planteado.

Y teniendo en cuenta las expectativas que debía cumplir, eso no era algo que pudiese la película permitirse.

Al final este resultará un producto que los fans disfrutarán de todos modos, pues evidentemente la mirada cambia, pero a través de mis ojos Curse of Chucky no fue mas que una pesadilla descafeinada digna de una resaca que de de un terror inspirado.

Lo mejor:

El esfuerzo que hace en conseguir una atmósfera pesadillesca y expresionista.

Lo peor:

Que al final todo quede en un capítulo de las Pesadillas de R.L Stine enfocado a un público mas adulto, lo cual, no funciona.