Cuando en 2006, Bryan Singer llevó a cabo Superman Returns, suponía el ansiado regreso del Hombre de Acero a la gran pantalla, después de casi 20 años de ausencia. Singer quiso convertir su película en un tributo a la cinta original de Richard Donner de 1978, sin embargo, su devoción y un casting erróneo lastró las posibilidades de esta recuperación. Lo mismo le ha pasado a Javier Ruiz Caldera con su adaptación de Superlópez.

Si con Anacleto. Agente Secreto, el cineasta logró dar frescura y actualizar al personaje creado por Vázquez, en esta ocasión, pone demasiado empeño en ser fiel al trabajo original de Jan e incluso vertebrarlo con guiños paródicos a la cinta de Donner, que desatiende lo principal, que es que la película respire por sí misma.

El guion de Borja Cobeaga y Diego San José busca el humor a partir de estereotipos de la cultura española, contraponiéndola con la tradición superheroica estadounidense (aunque curiosamente alejada de los referentes cinematográficos actuales), con momentos logrados, pero por lo general cargando demasiado las tintas en el regusto nacional por la mediocridad, hasta el punto de que, al final, tanto chiste alusivo acaba resultando redundante y cansino.

Junto a esto, la elección de Dani Rovira resulta también desafortunada (como Brandon Routh en Superman Returns). Demasiado alto, esbelto y atlético para el papel, el cómico tampoco cuenta con los registros interpretativos como para sacar partido al personaje.

Afortunadamente, quien sí cumple, y con nota, son los secundarios que le rodean y que se acaban haciendo con la película. Alexandra Jiménez, Julián López, una espléndida Maribel Verdú o un efímero, pero antológico, Ferran Rañé salvan los muebles de esta producción asequible tanto para fans del personaje como para profanos en la materia, pero que podía haber dado para mucho más.

Póster de 'Superlópez'.
Póster de ‘Superlópez’.