Historia de Vladi (serie regular, o eso intentaré)

[Evil_Konan]

Antes que nada...

Bueno, tras mi fallido intento de seguir con Los Guerreros del Mal, he optado por crear una nueva saga con la que trataré de entreteneros si puedo. Digamos que es una especie de versión española de Los Guardianes de la Noche, con seres sobrenaturales conviviendo con las personas normales con la diferencia de que estos no se ocultan de la humanidad y que la sociedad digamos que desciende de una edad media que la magia funcionaba y a ha progresado con la tecnología.

Habrá paranoias tales como peleas de espadas en un tren, o que la policia use ballesta en lugar de armas de fuego... etc dando un aire caotico y surrealista. Tampoco, siendo propio de mí, faltará dosis de violencia, sangre y erotismo.

Habrá partes contadas a través de su protagonista Vladi (de Vladimir) un espadachin que trabaja como miembro de un grupo dedicado a vigilar y proteger un barrio comercial a cambio de unos impuestos especiales... una especie de mafia. Y otras en tercera persona para situaciones en que este está ausente.

En fin, espero que disfruteis.




Capítulo I: El Inquisidor Azteca

Ciudad ya está despierta. Desde aquí ya oigo el jaleo de la obra, la chirigota a todo volumen del cabrón gaditano que vive en el bloque de enfrente, el coche del impaciente rugiendo con su bocina, la familia con monstruitos del piso de arriba bajando las escaleras? esto de tener los sentidos agudos es una mierda. Por suerte, tengo un ruido que ahoga gradualmente todos los demás, los ronquidos de cerdita de la chica que tengo al lado. Lo primero que veo es su rostro, una mitad hundida en la almohada barata y la otra oculta bajo un manto de sus propios cabellos rojos, solo veo con claridad su nariz con piercing y sus labios entreabiertos con restos de pintalabios extendidos por la mejilla. Retiro lentamente la sabana que la cubre y veo, sin necesidad de mis gafas, su cuerpo pálido y desnudo durmiendo en posición casi fetal. Sus pechos son bastante generosos, diría que siliconados pero ¿que importa? tiene argollas clavadas en sus pezones rosados siguiendo la vista hacía abajo consigo ver su vello rojo entre sus pálidos muslos cerrados. Acarició su cadera con la yema de los dedos y lo deslizo por la ingle? aquello hace que se deje de roncar y se da la vuelta dándome la espalda.

Creo que es hora de despertarla, debo llevarla ante el líder para que se reúna con las demás que rescatamos y decidamos su destino. Pero, no hay prisa. O más bien no hace falta despertarla directamente? ahora me muestra su pálido culo, creo que es lo mejor que tiene, con un curioso tatuaje rúnico en entre las caderas que parecen flechas apuntando hacía abajo. Le doy unos besos en el cuello a ver si reacciona mientras deslizo las puntas de mis dedos por la raja del culo hasta la parte interior de uno de los muslos. No la veo pero creo que sonríe? yo la tengo dura como cada mañana y por hoy tengo algo con que desahogarla. Empujo suavemente el muslo hacía arriba y ella lo levanta lentamente mientras se gira levemente para recibir mis besos en su boca? no hay un mejor Buenos Días que un polvete suave por la mañana.

- Hola amorcito- me dice Rosita con su acento mejicano.

Yo empiezo a metérsela por detrás mientras la abrazo por la espalda y masajeo sus pezones. Nuestros gemidos son suaves y tiernos, casi silenciosos, no necesitamos armar un jaleo como la transexual y su esclavo de la casa de enfrente o Rolf, mi compañero de piso con sus perros. Incluso cuando nos volvíamos realmente cachondos como anoche la fiesta solo era para nosotros. Ella se tumba bocabajo y yo me coloco encima mientras devoro su cuello y me muevo a un ritmo creciente. Por raro que me parezca ahora pienso en ella mientras me la follo cuando por lo general en mi verdadero amor?quizás ya me esté curando de toda la mierda del pasado o que está ex-prostituta rescatada del infierno del Tropical Hell se está llevando los pocos malos rollos que me rayan la cabeza como una vampiresa la sangre? existen criaturas así. Y yo ahora estoy encargado de proteger a esta hasta que veamos el Líder.

Lo que debía ser un polvo rápido ya que tengo que ir a currar, se alarga a uno más largo que el de anoche? creo que es hasta mejor. Ahora la tengo sobre mí, cabalgando sobre puño mientras me tapa la cara como una sabana y la aprieta con sus manos de forma que esta toma la forma de mi cara y así besarme en la boca? no sé a que juega pero me gusta la veo vagamente a través de la tela blanca desgastada. Ahora pienso que lo mejor de ella es su cara y no solo su culo. Entonces me parece ver que tras ellas hay un rostro más y sobre su boca aparece una mano que la tapa. Cuando estoy a punto de reaccionar con temor que se trate de una ida de olla mía y estropeé el rollo algo me golpea sobre la tela y lanza directo a la oscuridad de la inconsciencia? cabrones, podían haberse esperado.


Me despierto de nuevo? ¿Ciudad ahora está dormida? ¿Es de noche ya?... no, han bajado las persianas, mi cuarto está iluminado por? ¿velas? ¿Quién ha llenado de cirios mi puto cuarto? ¿Qué cojones está pasando? Me han atado, y mi visión está liquida y desenfocada pero veo a mucha peña en mi cuarto. Oigo a los perros de Rolf ladrando en su cuarto? Rolf, puto rumano de mierda, lo eché de casa anoche por grabarnos a Rosita y a mí mientras follábamos? espero que note que hay problemas en mi casa y avise a mi clan si es que vuelve a por sus amantes peludos.

Cuando me aclaro la cabeza y los sentidos me veo a mi mismo en pelotas todavía, de rodillas con las muñecas atadas a la espalda y los tobillos atados juntos. Frente a mí, lo primero que veo es a Rosita desnuda y atada en mi cama con las muñecas y tobillos en cada esquina. Y a su lado, de rodillas sobre el colchón veo a un tío vestido de una túnica roja con capucha. Miro a mi alrededor veo a más gente? a cuatro más. Los miro detenidamente y con cierto esfuerzo dado que no tengo ni donde leches están mis gafas y veo que todos los intrusos son sudamericanos, quizás mejicanos, hay algo raro en ellos? visten tan solo de pantalones vaqueros oscuros y llevan tatuajes cristianos por todo el torso, imágenes de la virgen, crucifijos? cicatrices de latigazos, adornos extraños que atraviesan sus narices de un lado a otro, sus peinados extraños que usan arcilla como gel fijador? parecían guerreros mayas con adornos cristianos?

¿Han convertido mi jodido cuarto en un puto templo azteca?... siento crecer en mí la ira, con cada latido que martillea mi aporreada cabeza son puñaladas que pienso dar al que tenga delante. Vuelvo a centrar mi atención en el cabrón de la túnica roja que usa mi cama de altar. Al verle me doy cuenta de que llevaba todo el rato hablando o rezando o predicando yo que sé que mierda mientras sostiene en su mano un cuchillo dorado? ¿Hará lo que yo creo que va a hacer? Rosita trata de luchar por soltarse, grita a través de la mordaza, mientras trata de patalear? sus tetas bailotean enloquecidas por el esfuerzo. Parecía darme la respuesta a la pregunta? me habló de estos, si, en su tierra los conocía como cazadores de brujas y que ella escapó a uno de sus sangrientos juicios donde mataron a su hermana? parece que la historia se va a repetir.

- ?así el Señor, nos ha otorgado el poder de librar al mundo del mal. Nosotros, los pastores de Dios, los purgadores de las almas de sus hijos, le entregaremos los corazones corruptos para que ardan?- este rollo no me gusta se tira todo el rato hablando de que son elegidos de dios- ¡?sea tuya pues la Gloria, oh Dios!
- Eh? tú-me doy cuenta de que no estoy amordazado como Rosita, no sé por qué- ¿Qué cojones hacéis en mi casa?
- Amen- dicen los otros, se ven que no me hacen puto caso

El hombre de la túnica roja parece el más viejo de todos, aunque también es el más extraño. Tiene una melena canosa que flanquea por los dos lados su rostro, medio oculto por la sombra de la capucha, veo con claridad su boca, de piel arrugada, pálida, de labios gastados? pero a la vez veo algo, no sé si es pintado o es su piel pero parece escamoso y no es un tono pálido normal, tiene cierto color como entre verde y azul pero es difícil verlo en mi estado y con la luz dorada de los apestosos cirios. Una leve inclinación de su cabeza encapuchada me dice que me está mirando, incluso veo el reflejo acuoso de las llamas de las velas en sus ojos, que ahora se me antoja negros por completo. Intuyo que no es humano de todos modos, lo que no sé si será un chupacabras o algún vampiro mejicano de los tiempos aztecas? los demás si son ?humanos?.

- ¿Me estás escuchando, cabrón?- le digo- Soy de la Guardia, del clan de Rojas? os estáis metiendo en mi territorio, hijos de puta.
- Dios no conoce fronteras de territorios de las ovejas descarriadas como tú? y es más, os hago un favor limpiando ?vuestro territorio? de esta abominación- señala a Rosita ¿Cómo puede llamar abominación a una tía tan buena?- Tentó a muchos hombres respetables llevándolos a la perdición, es una bruja devota del diablo- follando si que había notado magia, eso no lo niego- La lastima es que hemos llegado tarde para salvar tu carne? quizás Dios te pueda salvar el alma.
- Yo hago con mi polla lo que me sale de los cojones, viejo? ¿Qué más le da a Dios lo que hagamos ella y yo? Ni siquiera hemos usado condones así que no te puedes ofender con nada ni mucho menos montar la mierda que estás montando- debo ganar tiempo, quizás con un poco de discusión teológica da para que el inútil de Rolf o cualquier compañero del clan que me eche de menos entre por la puerta o por la ventana en mi rescate- ¿No tienes nada que hacer en tu miserable vida que joder los polvos de los demás?

Uno de los presentes estaba tentado en darme una buena hostia con su arma? que por cierto ya me fijo en ellas, son armas rudimentarias, dos hachas, un garrote y una especie de machete, pero su elaboración artesanal da la sensación de han sido forjadas por alguna civilización desaparecida, adornos de lagartos, sapos y cráneos humanos? el sujeto en cuestión me amenaza con un garrote dentado pero el ?Inquisidor Azteca? le detiene con un gesto de la mano y una expresión tranquila.

- Importa, por que formas parte de la cosecha de almas que pertenecen a Dios, si tu fruto se corrompe, corromperás a los demás, a los que te amen? igual que esta bruja- Rosita se cansa de forcejear inútilmente y me mira con los ojos inundados, no puedo hacer nada así ¿Dónde cojones está mi clan?- Ahora verás el milagro de Dios, hijo mío? el destino de los villanos y los corruptos no es peor que el de los justos. Todos seguirán al Señor ya sea en esta vida o en la otra.

Hace un gesto y uno de los cabrones me amordaza con una cuerda gruesa y maloliente. El Inquisidor, lo llamaré así por ahora, vuelve a centrar su atención a Rosita, su mirada parece sádica pero nada lasciva. No la desea carnalmente, se niega a tocarla ahora que está a su merced. Entonces mira al techo como si viera la luz o las nubes del cielo y alza los brazos como si estuviera crucificado llevando en una mano su puñal dorado.

- Oh Jesucristo, nuestro salvador, guía mi mano hacía la purificación de esta criatura de Dios. Dame la fuerza para arrancar su fuente de mal, oh nuestro señor- Sus creyentes empiezan a rezar por lo bajo haciendo que esto parezca más un ritual satánico que cristiano, suelta más rollos de plegarias un buen rato y hasta casi me parece que algo le ilumina desde una fuente desconocida y oigo voces celestiales cantando en alguna parte, entonces veo que alza su puñal apuntando el corazón de Rosita-¡? Dame fuerzas, mi señor!

He visto morir mucha gente tanto en mi actual oficio como en mi violento pasado, hasta he visto matar a gente indefensa y sin posibilidad de escapar como esta belleza chicana, pero que ella haya sido capaz de despertarme algo más que una simple atracción, algo más que un polvo y adiós, que además se me ordenó proteger? y me lo maten en mi propia casa, delante de mis narices, y sin darme posibilidad de evitarlo me hierve la sangre. Grito aunque lo que sale de mi boca lo ahoga la puta cuerda, forcejeo pero las ataduras resisten y esos cabrones me sujetan? tan solo me queda ver como el Inquisidor apuñala en las costillas de Rosita, ella se queda sin aire por un momento, estupefacta por que el momento que temía había llegado ahora. Miraba el puñal hundido cerca del abdomen. Luego la mala bestia del sacerdote saca el puñal y mete la mano entera en la herida? ahí es cuando Rosita empieza a volver a luchar por su vida pero brevemente, el dolor la paraliza parecía estar a punto de caer en un misericordioso shock? pero no. El cabrón le mete el brazo hasta casi llegar al codo, se le ve que se esfuerza mucho por llegar a donde desea? hasta que de un tirón lo saca del cuerpo.

Llevaba en su mano el corazón de Rosita? palpitaba entre sus dedos chorreando sangre por su brazo. Rosita miró su órgano en manos de su asesino, aun vivía sin él durante unos segundos, luego cayó en la oscuridad eterna con los ojos abiertos como platos. El hijo de puta del Inquisidor alza el corazón mirando el cielo.

- ¡Mi señor! Purifica esta alma perdida de todo mal, así te lo ruega tu siervo?- No me interesa escucharle más. Voy a ser el siguiente? cuando suelta todo aquel rollo de plegaria uno de los súbditos le acerca un cáliz dorado donde el viejo deposita el corazón arrancado. Los otros desatan el cadáver de la chica y la quitan del colchón? ahora me toca a mí, y el hijoputa me señala con su mano escamosa- Ahora, hijo mío, te rendirás ante la justicia de Dios.

En este momento, justo cuando los tres burros tatuados iban a por mí. La puerta de mi cuarto se abre y veo que entra los cinco perros de Rolf como lobos hambrientos? ¿No podían llegar antes, Joder? Los animales se lanzan sobre uno de los cabrones, el que iba armado del machete y lo derriban al suelo mordiéndole en todas partes? escucho sus gritos de terror y dolor mientras los colmillos le atravesaban la carne de los brazos y el cuello. Otro de los intrusos, el que estaba armado del hacha golpea a uno de los chuchos con su arma tratando de liberar a su colega? el gemido del perro que lo tengo al lado me deja sordo de golpe. Entonces de la puerta salé disparado una de las dagas Rolf que acierta entre las cejas del bruto del hacha? el del machete ya estaba muerto.

Rolf, que el muy cabrón ha estado todo el tiempo en su cuarto, aparece vestido tan solo de su bata sucia y sus gayumbos y un cinturón con dagas arrojadizas. Era tan peludo como sus chuchos e iba armado con un puñal en cada mano. El bruto del hacha se le queda mirando con la daga clavada en la frente hasta que la muerte al fin le desconecta y cae de espaldas. Los chuchos atacan entonces al resto de los mejicanos mientras el alemán me mira y me corta las ataduras de las muñecas y de los tobillos. Me quito la mordaza furioso.

- ¡¿Por que cojones no has venido antes, Hijo de Puta?!
- Estaba sobado, jefe- me dice en su acento rumano de mierda- toma tus gafas

Ahora puedo ver con claridad?le cojo a mí compañero de piso uno de los puñales de su cinturón y me lanzo al enemigo. Los que quedaban iban armado de garrotes con los que han aplastado la cabeza a dos chuchos más esparciendo los sesos del animal por las paredes? aquello enfureció a Rolf y mientras yo atacó al de la derecha él se lanza como una pantera sobre el de la izquierda derribándolo. El bruto del garrote casi me arranca la cabeza de un golpe pero me agacho a tiempo a la vez que lanzo una puñalada a vientre? uno de los chuchos restantes le muerde la pierna estorbándole en la lucha y yo le suelto varios tajos que él bloquea con sus brazos? le agarro por un hombro y le empujo hasta la ventana lanzándole puñaladas en el costado y en el vientre, chorreando por mi cuerpo? le empujaba y arrastraba con él al perro. Pero al llegar el cabrón me golpea con la empuñadura del garrote en la cabeza y consigue derribarme de un empujón. De una patada manda al perro por los aires pero cuando dirigía su atención hacía mí el otro chucho se lanza hacía él y ambos atraviesan las persianas. Yo me sacudo la cabeza confuso y me levanto a ver la calle? tanto hombre como animal están inmóviles en la acera tres pisos más abajo en medio de un charco de sangre, varios peatones les rodean curiosos.

Rolf se está liando a puñaladas sobre el súbdito que queda que chilla como un cerdo en un matadero mientras el perro que fue pateado por el otro bruto le muerde la mano armada inmovilizándola. Solo queda el cabrón del sacerdote y este es mío, por mis cojones. El Inquisidor había estado todo el rato al otro lado de la cama observando el espectáculo? al ver que estaba solo, me señala con su puñal dorado ensangrentado y me lanza lo que parece un siseo de serpiente o lagarto? de hecho actúa como tales bichos cuando están acorralados. Nos separa la cama, un obstáculo fácil de saltar? pero que antes de hacerlo saco de debajo del colchón mi arma y mi principal herramienta de trabajo como Guardián del Clan de Rojas? mi espada. El viejo mejicano me mira sorprendido al ver el acero de poco mas de un metro con él que le señalo? si, hijo de puta, mírame bien, por que voy a ser lo última que veas en tu miserable vida.

[Korvec]

[Sepulturero]

[Korvec]

[Sepulturero]

[Korvec]

[Sepulturero]

[Korvec]

[Sepulturero]

[Evil_Konan]

Continuación del Capitulo I.

- ¡Infieles! ¡No soportareis la ira de Dios!
- Y tú no soportaras que te meta esta espada por el culo, so cabrón.

La fuerza no se me va por la boca como a otros. Salto sobre la cama ensangrentada por el sacrificio (o ejecución inquisitorial a lo maya) y lanzo un mandoble que el muy hijo de perra esquiva justo antes de ser decapitado. El bicho, por que ya de cerca no me parece humano, trata de huir rodeándome ya que estorbo su vía de escape hacía la puerta. Pero se pone enfrente del mueble que ha llenado de cirios momento que aprovecho para darle una buena patada. El menda cae de espaldas y me destroza las estanterías pero consigo mi propósito? los cirios caen sobre su túnica y le prenden fuego, momento que aprovecho para ensartarle con la Excalibur en su hombro y mantenerlo clavado en la pared mientras se asa.

El Inquisidor parece un mutante raro o quizás sea uno de esos míticos ?ancianos? que veneraban los aztecas, un anciano es como un ángel en la religión cristiana, un enviado de los dioses, que asistía a los sacrificios humanos y se llevaban los corazones a los dioses? algo así creo haber leído pero cuando llegamos los españoles les jodimos el plan y han tenido que adaptarse a nuestra cultura. Este soplapollas seguramente será uno de esos ancianos que se le ha comido el tarro con el rollo inquisitorial y se dedica a cazar a brujas como Rosita, la cual se le había escapado a España. Sea quien sea, inmortal o no, hoy va a morir por tocarme los huevos.

Pero el cabrón no me da tiempo ni para vestirme, se arranca la Excalibur del hombro y me la lanza casi dándome en el cuello. Se quita la túnica roja que empezaba a humear y me lanza también mientras chilla como lagarto prehistórico. ¿Qué coño es eso? Veo su fisico, aparentemente el de un humano chicano ya mayor con su tripa cervecera, su vello canoso etc. pero a la vez no solo tenía escamas, sino que su cuerpo, su piel es un mapa del dolor, auto-torturas que o bien es un creyente devoto o un masoquista extremo o ambas cosas. Había agujas, argollas, cadenas, anzuelos, quemaduras, heridas abiertas de las que no salían sangre y se podía ver parte del interior, un jodido cenobita.

Recojo mi espada y me dispongo a rematar al lagarto masoca este cuando, con la velocidad de la luz, el bicho se tira por la ventana. Corro a ella para ver su cadáver pero para mi sorpresa lo que veo es al tío bajando por la fachada a gatas en plan Spiderman.

- Se escapa- me dice Rolf que se asoma en la otra ventana.
- Rolf, corta las cabezas a los otros por si se levanta y llama al Líder por mí.
- ¿La pava también?
- No me seas soplapollas, rumano.

Saltó por la ventana espada en mano y me agarró en el tendero del primero piso para amortiguar mi caída y persigo a la ?anciano? en pelotas y espada en mano. El viejo corre a la velocidad de un campeón de atletismo aunque de forma rara, con los brazos en cruz y mirando arriba como si esperara a que un ángel le rescate? sea lo que sea, ¡No corre ná, el cabrón! Yo me estoy dejando los pies en acera con el spring y la peña con la que nos cruzamos por la acera se está quedando flipada viendo a un monstruo perseguido por un espadachín con gafas y en bolas por la calle. Me la sopla lo que digan, y me la sopla el código de ser discretos?. Ese cabrón no se me escapa.

Dobla esquina en la calle Roble y está a punto de salir por los límites de la ciudad en dirección a las vías de los trenes regionales, atraviesa una grieta en la valla de seguridad y yo le sigo. Durante un buen rato él no es más que una figura pequeñita en mi campo de visión de lo lejos que andaba luego, a medida que el cielo iba nublándose negando al bicho su fuente de energía, la luz, yo que tenía mi energía en mi mala hostia y ansias asesinas ya iba ganando terreno y poco a poco esa figura pequeña ya está al alcanza de mis espada si se me ocurriera lanzarla.

El bicho corre entre las vías de tren, la piedrecitas de los cojones que bordean las vías me están destrozando las plantas de mis pies mientras que él que tampoco lleva calzado aunque sus escamas parecen protegerle sigue como si nada. Entonces pasa por mi lado un tren regional que tiene su parada a pocos minutos de donde estamos me adelanta a mí y a la bestia. Bien, eso me da una idea. Me paro y antes que el tren me adelantara por completo lanzó una estocada a una de las puertas dejando a Excalibur clavada. El tren que adelanta también al bicho hace que Excalibur le golpee en su nuca con la empuñadura derribándolo hacía delante? por suerte el golpe saca la espada del tren y corro a recogerla.

Llego, me armo y la bestia se levanta confusa con la nuca sangrando un liquido negro y viscoso, a un humano normal tal golpe lo habría matado o dejado medio tonto de por vida. Entonces veo que su cara ya no es la misma de antes, al cabrearse se muestra más reptil de lo que es. Su boca parece más un hocico, sus escamas reflejan más la luz del día y sus ojos son como los de una serpiente. Me habla sin que yo apenas pueda entenderlo con sus siseos.

- Agradece mi piedad, infiel? te mataré ahora en lugar de atormentarte en mis interrogatorios.
- Por fin, te paras a pelear, viejo sudaca. A ver si tienes más cojones que para matar a una tía atada en la cama.
- No la he matado, la he liberado.
- Yo también te voy liberar, anciano.

Mi dialogo no es muy rico pero digo lo que necesito decir a quien sea? ?vas a morir? ?eres un cabrón? y poco más. Para el fanático este no necesito decir más. El tío me lanza su daga ceremonial pero yo la rechazo con la espada mandándola a tomar por culo. Pero eso no deja desarmado al enemigo, de sus dedos salen garras negras con forma de media luna casi del tamaño de una hoz? da igual, la mía es mas larga que cualquiera de ellas. Lanzo estocadas y mandobles como he sido entrenado para dar y matar pero el cabrón tiene reflejos y las esquiva todas a la vez que contraataca con sus uñas. Por suerte le mantengo a raya con el filo? hasta que el hijo puta me escupe en la cara una viscosidad verdosa? las gafas me protegen los ojos pero igualmente no veo nada y parte de la mierda ha ido a boca y mi barba y noto que quema como si fuera acido y estoy oliendo mis pelos quemándose? me quito las gafas, escupo el veneno que ha conseguido entrar y me limpió la barbilla lo más rapido que pueda con una mano mientras que con la otra trato de mantener a raya con la espada a un enemigo que ahora veo medio borroso.

Entonces la bestia me da bien uno de sus zarpazos en el hombro, me cago en su madre, el dolor de la carne desgarrada por sus garras me hace chillar como una nena mientras me retiro unos pasos? me ha dado en el hombro armado pero aun mantengo firma la espada? espera ya no lo veo. ¿Dónde leches está?... en mi retaguardia, me giró lanzando un mandoble pero del zarpazo en la espalda no me libro.

- ¡Jajaja! ¿Estás ciego, alma perdida de Dios? Deja que te ilumine la vista y veas el camino a la luz?

Caigo de rodillas por el golpe dejando caer a Excalibur a suelo? el cabrón me la aleja a unos pasos de mí de una patada y me agarra la cabeza con ambas manos ahora con las garras ocultas, seguramente para regodearse de mi derrota.

- Oh, pobre oveja- me llama oveja el lagarto Guancho este- tus ojos son hermosos pero lastima que tu debilidad te impida ver el sendero a los cielos? déjame que te lo muestre, hijo mío.

Entonces el Inquisidor, de pie frente a mí, empieza a hundirme sus pulgares en los ojos, con las garras habría sido más rápido pero el tío es sádico y le pone notar la gelatina de los globos oculares mojándole los dedos? pero yo tengo también mi truco. Mientras el cabrón se regodea con su tortura y antes de que me quede sin ojos alzo mi mano en dirección a la espada y Excalibur vuelve a mí volando y hago un tajo a sus músculos gemelos de una pierna, obligándole a clavar una rodilla en el suelo? chilla de dolor de forma monstruosa y deja de clavarme sus dedos y entonces por fin le doy una estocada en las tripas.

Sufre, mamón. Le retuerzo el acero enredándolo en sus intestinos y lo arranco de golpe. Las entrañas enredadas parecen spaguettis en el filo y se desparraman en el suelo. La bestia trata de darme un zarpazo a la vez que se da la vuelta pero lo esquivo y me levanto de un salto. Ahora trata de huir gateando tratando de cruzar la vía de tren? le sigo tambaleante aun mareado por la lucha y escuchó la bocina de un regional que sale de la estación en dirección nuestra. El Inquisidor tiene la vía a la altura del cuello, momento que aprovecho para detenerle. Miro su culo en pompa mientras gatea y recuerdo que quería hacer cuando lo tenía en mi piso. Me pongo en postura torera apunto de dar la estocada al toro, y hundo el filo de Excalibur en su agujero del culo.

Chilla de dolor, no es para menos, me grita en insultos en la lengua de los ancianos? yo al menos no gritaría otra cosa en su lugar. Le piso la espalda y le obligo a mantener su cuello pegado a la vía. Él está viendo venir el tren a por él y ya sabe que está apunto de visitar a Dios.

- Dime quien eres, demonio? para clamar tu cabeza en los Cielos

Es alucinante ver cuerpo siendo decapitado por un tren delante de mis narices, la sangre me empapa por completo haciendo un vestido rojo oscuro, casi negro, de hemoglobina viscosa.
Cuando la maquina termina de pasar veo que la cabeza ha rodado a unos cuantos metros sin sufrir demasiados daños. Sacó la espada ahora con olor a mierda y busco mis gafas entre las piedrecitas jodidas de la vía? por suerte más o menos me acuerdo de donde estaban y las recojo. Busco la cabeza y la alzo hasta tener su cara ante mis narices.

- Me llamo Vladimir Gómez, hijo de puta? Vladi para los amigos- esto último lo digo con una sonrisa cruel y un gesto de reverencia.

[Evil_Konan]

Capítulo II: Los Guardias Ocultos

Vuelvo a casa vestido con el pantalón negro del ?anciano? que me queda ancho, con la cabeza del mismo cabrón metida en una bolsa de basura y con la Excalibur envuelta en papeles en plásticos de varías bolsas de compra. Mañana estallará la noticia de que encuentran a un monstruo decapitado cerca de las vías de tren y el maquinista dará hoy una descripción mía a la policía. Pero ahora solo pienso en el dolor que, estando ya más relajado, me agarrota todo el cuerpo? los pies los tengo destrozados y apenas ando como una persona. Al abrir la puerta me encuentro a Rolf, aun en gayumbos pero si bata abrazando a su único chucho superviviente en el suelo mientras llora desconsoladamente.

- Rolf? tienes un cuarto para usarlo en tu intimidad.
- ¡Vete a la mierda, Vladi!- estalla en furia- Mis perras han muerto?joder

No tengo ganas de preguntarle si ha hecho lo que le pedí. Me voy al cuarto de baño a echar por fin una meada y veo que si lo ha hecho. Los cadáveres decapitados están amontonados en la bañera con las cabezas a un lado. Tiro la cabeza del Inquisidor en el lavabo y mientras meo las observo en busca de algún rasgo inhumano? todos son humanos. Me pregunto que serán cuando no ejercen de inquisidores, ¿obreros, inmigrantes ilegales, padres de familias? ¿Qué más da? Están muertos y hoy voy a llevar sus cabezas al clan como prueba del suceso. Me la sacudo y me la guardo y me miro al espejo? el cabrón me escupió veneno corrosivo a la cara pero no veo ninguna quemadura, tengo la misma cara de cabrón con bigote perilla y gafas que muestra unos ojos bonitos del otro día? eso sí tengo que hacer algo con estas heridas, no me ha destrozado los tatuajes de milagro pero puede haberme destrozado algo más serio.

Me hago un vendaje con la venda que me dio Inocencia, la sanadora del clan, suficiente hasta que me ponga en sus manos. Cojo la cabeza del Inquisidor y la saco del plástico? es la primera vez que veo a una criatura así y he tenido que matarla. Se lo merecía pero no sé que consecuencias traerá? me pregunto quien coño le dijo que Rosita estaba aquí. Rolf no lo creo, le conviene más la discreción que a mí por lo que no delataría esta guarida. Habían perseguido a Rosita hasta España? no tuvieron cojones de entrar en el Tropical Hell por mucha guerra santa y tanta mierda de fe les moviera pero si vinieron a mi casa. Pero una vez que fue rescatada en la redada que hicimos varios clanes de la Guardia Oculta? nuestra discreción era absoluta. El Portal nos transportó a mi piso sin tener que recorrer ninguna calle para que nos siguieran. Sea lo que sea, también añadiré en mi informe.

Arrojo la cabeza con las demás y me voy a mi cuarto. Rosita vuelve a estar en la cama desnuda y con el pecho abierto por la daga ceremonial? quizás debía haberla buscado después de haber ocultado el cadáver sin cabeza de ese cabrón pero estando en bolas y con un cabreo del quince era difícil pensar en esos detalles. Me acuesto al lado del cadáver, aun había calor en ella y giro su rostro hacía mí. Tiene la expresión del dolor congelada en él? ojalá tuviéramos almas, nunca me canso de desearlo? para cuando que muramos estemos en un mundo mejor que este. No me ha dado tiempo de enamorarme lo suficiente de ella, como para llorarla? solo follamos, pero ha llegado a importarme, no solo por que era mi obligación protegerla? sino por que era alguien que me hacía sentir bien por dentro ya fuera por magia o no.

Pasa el rato, me ha dado tiempo a tomarme una ducha y vestirme por fin con mi ropa habitual, pantalón de camuflaje, bambas negras de una marca de imitación y un chaleco gris siempre abierto. He cubierto el cadáver de Rosita con la sabana ensangrentada y me pongo a esperar a estos cabrones del clan en la cocina mientras escribo en el portátil mi informe. Rolf sigue llorando con su chucho? Laika creo que se llama. Seguramente se irá al cementerio a enterrarlos en un jardín cerca de las demás tumbas aun a riesgo que le pillen? ya lo ha hecho antes y no tardará en volver a llenar su cuarto con un nuevo harén de perritas.

- ¿Vladi?- al fin oigo la voz con acento sevillano de Néstor uno de los espadachines de mi clan.
- Pasad- grito desde la cocina.
- El Folla-perras nos llamó diciendo que te han atacado unos sudacas- decía mientras me buscaba- Joder, huelo a sangre a mares
- Yo ya lo olía desde hace mucho antes de llegar al bloque- esa es la voz juvenil del vampiro catalán Diego.

Aparecen al fin en la puerta de la cocina. Nestor, un mago de cabeza rapada y con el rostro tatuado con flores siniestras entra el primero con un sucio mono azul de trabajo y dos espadas colgando de la cintura es más alto y fuerte que yo pero ya le he ganado en muchos entrenamientos, me sonríe como siempre de forma siniestra. Le sigue Inocencia, la curandera, una mujer de cara infantil, de pelo muy corto y mirada como autista aunque no lo es? me recuerda a la pava profeta de Minority Report, y tras ella, Diego, el más joven del clan, un vampiro con flequillo emo y vestido de ropa pijo-gótica armado de una katana que cuelga de la espalda. Termino de escribir mi informe casi cuando entran y me levanto.

- Cabrones- les digo en plan de saludo- ¿Cuándo Rolf os llamó no notasteis que era una urgencia?

Se miran entre ellos.

- Hemos venido ¿no?- me responde Nestor.
- El puto séptimo de caballería? no sé por que sigo estando en este clan, venid.

Les llevo al cuarto de baño y les enseño los cadáveres de la bañera. Inocencia se ha ido al cuarto a ver a Rosita. Néstor y Diego cogen cada uno una cabeza y les da vuelta con las manos.

Diego me mira con su ojo al descubierto.

- Son humanos, Vladi? no hacía falta que los decapitaras.
- Menuda carnicería- dice Néstor- Como en Marruecos ¿eh?
- Ese de ahí no lo es- respondo a Diego.

Los dos dejan las cabezas que tenían y Diego coge la del Inquisidor. Ambos se quedan callados un buen rato mientras el vampiro le da vueltas a la cabeza.

- Siempre me hablaron de estos bichos en las comunidades chicanas? un amigo mío del Clan de Pérez me dijo que había algunos medio hombre medio reptiles que predicaban el evangelio entre los inmigrantes? ¿Cómo lo llamaban?
- Ancianos- le respondí.
- Si? ancianos.
- Vivían en los tiempos de los mayas- Diego le da la cabeza a Néstor- bebían sangre de los corazones de los sacrificios? en el fondo no dejan de ser una variación mutada de los vampiros solo que son muy antiguos. Probablemente te acabas de cargar a una criatura de más de mil años?
- Mi pésame a la familia-digo con indiferencia al dato- Se ve que perseguían a la chica que rescatamos del Tropical Hell desde Méjico y de algún modo se han enterado de que la escondía aquí.

Se miran entre ellos.

- No eres el único que ha sido sorprendido, Vladi? o tenemos un espía o un traidor en el clan- me dice Diego tras el consentimiento silencioso de Néstor.
- Veamos el cuerpo de la chica- ordena Néstor.

Entramos en mi cuarto y vemos a Inocencia tratando de devolver el corazón de Rosita a su cuerpo. Ella había conseguido algunas resurrecciones milagrosas imposibles pero esta vez parece que no.

- No hay nada que hacer?-nos anuncia con su voz de niña- Su herida es grande y su alma está lejos. Pobre chiquilla? tenía mucho corazón- esto último creo que no hacía falta que lo dijera en este momento y delante de un cadáver así, pero bueno, tampoco lo dijo sin ninguna mala intención, nunca lo hace, entonces me mira- voy a ocuparme de tus heridas, Vladimir.

Me siento en la silla mientras aquella freak me husmea los zarpazos de aquel cabrón. Diego y Néstor se acercan al cadáver.

- Un sacrificio humano
- Para él fue una ejecución inquisitorial.
- Un acto cobarde en cualquier caso- Néstor que aun tenía la cabeza del Inquisidor en las manos lo deja en la mesilla de noche y me mira de forma extraña, mientras Diego sale de la habitación- ¿La desnudaron ellos o te la estabas follando mientras la protegías?
- Nestor, tengo los cojones bastante hinchados por esto- le anuncio.
- Te la follaste, pensaste con la polla y no te has parado a pensar que ella tiene enemigos desde el Tropical Hell.
- Esos cabrones no son del Tropical Hell? y te digo que entraron aquí sin forzar la puta puerta, han debido usar un portal como yo.
- De acuerdo- el espadachín cubre el cadáver de Rosita con la sábana ensangrentada- Ya lo explicarás a Líder en persona? ¿Dónde está el cuerpo del anciano?
- Cerca de la vía de tren, lo he ocultado en unos arbustos.
- ¿No podías traerlo en tu coche?
- Le perseguido por el barrio en pelotas? hemos llegado hasta allí y no iba a volver cargando con un cadáver sin cabeza.
- ¿Testigos?
- De la persecución si? de la ejecución quizás el maquinista del tren? está todo en el Informe.
- Vale.
- Chicos- nos llama Diego desde la sala de estar- creo que tenemos un problema.

El vampiro entra en el cuarto con unas cuantas carteras en las manos, no he reparado hasta ahora que aquellos cabrones se habían dejado los torsos desnudos para el ritual y que dejaron sus ropas en la sala de estar.

- ¿Qué ocurre?
- Menos el anciano todos son policías mejicanos.

Pasado un rato nos pusimos en marcha con el procedimiento, no había prisa por el cadáver del anciano. Pero los cadáveres de los policías debían desaparecer? hum, Inocencia es cojonuda curando creí que andaría con los pies destrozados de por vida. Se dice que follar con ella es una cura para el Sida y otras enfermedades venéreas lo cual sería cojonudo tener enfermeras así en los hospitales? en fin, a la faena. Mientras el rumano va a su bola y nos pone en alto volumen las banda sonoras de series infantiles con perros tipo Lassie o Rintintin, quizás como homenaje a sus difuntas? los demás nos ponemos a trabajar con los cadáveres. Diego está metiendo las cabezas cortadas cada una en una bolsa de plástico, mientras Néstor y yo nos ponemos unos chubasqueros viejos para ponernos a descuartizar los cuerpos en la bañera. Cojo dos brazos y él da un mandoble con una de sus espadas amputándolos a la vez. Cojo una pierna y la levanto hasta arriba y el siguiente mandoble la corta a la altura de la ingle. Nos tiramos toda la mañana troceando los cuatro cadáveres? ahora ocupan menos espacio siendo un montón de miembros, tripas y carne troceada en un baño de sangre. Miro a Néstor con una sonrisa cruel.

- Como en Marruecos ¿eh?- le digo

Le describo a Diego la ubicación del cuerpo del anciano y le doy la llave de mi coche para que vaya a recogerlo si es que la policía ya no está a su alrededor. Me voy a la casa del vecino de enfrente y llamo al timbre. Malicia, como se hace llamar este transexual, casi podría hacerse pasar por una rubia hasta guapa, parecida a Cristina Aguilera, aunque se le notaba los rasgos masculinos. Hoy viste con su traje de cuero negro que deja al descubierto sus pezones y todo de cintura para abajo mostrando una trompa colgante que procuro evitar mirar.

- Hola Esteban
- Hola guapo, ¿Cuándo coño vas a llamarme Malicia?
- Necesito unas cuantas bolsas de basura grandes, bastantes.
- ¿Qué fue el jaleo de esta mañana, hermoso? ¿Te van las fiestas salvajes?

Por detrás de ella? o él, veo a su esclavo. Un hombre bajito, debilucho, de mediana edad que viste tan solo de un tanga de cuero negro y tiene marcas de tortura por todo el cuerpo.

- No son tan salvajes como las tuyas, Esteban. ¿Me vas a hacer el favor o no?

Me mira en silencio y con severidad.
- Perdooooona, Malicia- me disculpo a lo que el marica este sonríe agradecido con una mirada maliciosa y se vuelve a su esclavo.
- ¡Escoria, trae aquí unos rollos de basura!
- Si, mi ama.
- Es un inútil- me dice con desprecio mientras se vuelve a mí- solo sirve para ser azotado y lamerme las botas? solo le interesa eso. No le entra en la cabeza que también soy mujer y que me gusta follar como tal? seguro que tú lo harías.

Noto su mano tocándome la entrepierna y su mirada cargada de deseo? joder, ¿Por qué me tiene que pasar todo esto en una mañana? Escoria aparece a tiempo con los rollos de basura y lo agarro y me alejo con prisa antes de que sea la próxima de su ama.

- Gracias, Esteban? ya nos veremos- sonrío cordialmente mientras él mira al cielo a la vez que cierra la puerta.

Me reúno con Néstor y nos ponemos a llenar las bolsas de restos humanos? la música de Lassie me esta tocando los cojones aunque no sé que música seria más apropiada para acompañar a esta faena sanguinolenta. Rolf aparece en gayumbos en la puerta del cuarto de baño con los ojos lagrimosos. Nosotros ya casi terminamos? una bolsa con los brazos y piernas, otro con muslos y tripas, otros con torsos y más tripas? ver la grasa en las heridas abiertas me hace recordar que aun no he desayunado pero ya lo haré más tarde. Saco una copia del informe en un diskette, me colocó la Excalibur al hombro y ordeno a Rolf que se vista de una puta vez y entre los tres bajamos todas las bolsas a la furgoneta de Néstor? ahora tocaba Rosita. Entre Néstor y yo la colocamos en la alfombra de la sala de estar y la enrollamos en ella, la llevó sobre el hombro mientras que él vigila que no se note que llevo un cadáver? tras meterla al fin nos montamos en la furgo y miro a Rolf desde mi ventana.

- Limpia el baño y saca las perras muertas del piso, Rolf? dedícales un bonito funeral y a tomar por culo ¿ok?

Él simplemente me asiente. Parece un Bon Jovi a medio camino de convertirse en un hombre lobo y vestido como un surfero? vamos que tampoco tiene una pinta que desentone con los freaks me rodean. Néstor arranca y salimos del barrio. Pero a pocos metros nos cruzamos con Diego en mi coche y hablamos desde las ventanillas.

- Demasiado tarde- anuncia el vampiro- la policía ya está allí con el muerto.
- Joder- soltamos Nés y yo
- Por ahora, no identificarán a ese ?anciano? como el humano que pareció al entrar en el país y no es un policía? sino un monje.
- Pero seguramente habrá entrado al país legalmente- suelto con hastío- y lo pondrán de victima para la sociedad.
- También tú fuiste un cabrón? ¿a quien se le ocurre matarlo con el tren?
- No fue lo peor que le hice, Diego.
- Bueno- nos corta Néstor- Diego, vete a la base con el coche de Vladi nos iremos para allá en cuanto nos deshagamos de los despojos.
- Espera- le detengo y lanzo a la ventana de Diego el diskette con el informe- llévale esto a Líder.

Nos despedimos y cada uno a su lado. Nuestro destino es la carnicería de los putos skins? no está muy lejos. Cuando llegamos, vemos que al lado de la carnicería hay un garaje con varios de aquellos cabezas-rapadas con camisetas de tirantes vigilándola con sus hachas de doble filo y sus mazas de forja? algunos de aquellos brutales neo-nazis musculosos tenía las orejas puntiagudas y los dientes agudos como bestias asesinas. Nos reconocían al vernos y el cabecilla de la guardia se acerca a la ventanilla de Néstor.

- ¿Qué traéis?
- Comida, hijoputa y mucha prisa- le responde Nestor.
- La prisa sobra, florecillas- que mote más original- seguro que la habéis cagado y queréis limpiar vuestra mierda como todos? pero la última vez trajeron zombis aun vivos que infectaron al jefe? y antes una de las mercancías soltaba escarabajos de mierda que se comían a la gente? estamos hasta la polla de vuestras cagadas y no pagáis lo suficiente así que ¿Qué cojones traéis?
- Cuatro sudacas de mierda- le respondo- ¿contento?
- De puta madre, gafotas.

Da una palmada a la furgo y con un gesto ordena a uno de sus secuaces a que habrá la puerta. El interior ha cambiado un poco desde la última vez que vine hace ya un año. Sigue siendo el pequeño matadero para la carnicería de al lado pero ahora se han currado con poner azulejos blancos por el suelo y las paredes y tubos fluorescentes en el techo dando la sensación de ser un matadero de verdad en miniatura. Salimos de la furgo, cogemos algunas bolsas y el menda nos guía hasta nuestro destino. Al foso con los cerdos? vaciamos las bolsas con los restos humanos en ellos y las bestias se apelotonan devorando sus carnes con ansia. No había olvidado el ruido de la carne masticada por aquellos animales ni el olor a estiércol mezclado con el de la sangre? vaciamos más bolsas y dejamos dentro de la furgo a Rosita, las cabezas y una bolsa con tripas y órganos que nos iban a ser útil más adelante.

Nos quedamos un rato viendo el espectáculo, asegurándonos de que todos habían desaparecido.

[Evil_Konan]

[Korvec]

[Evil_Konan]

[Evil_Konan]