Día del Orgullo Horroerótico
Publicado: Mar Jun 30, 2020 0:43
Como habrán notado supongo es temporada en que la traición al género, como calificaban los villanos de El Cuento de la Criada a la homosexualidad, se convierte en motivo de una orgullosa festividad y aprovecho la ocasión para un breve repaso de películas que han contado con una representación del colectivo LGTB. Si alguno quiere añadir más, que resulta que no ha sido poca ni solo de “de estos tiempos” precisamente, siéntese bienvenido/a a añadirlo.
La mansión encantada (1963)
La Fiesta: Un grupo de científicos y voluntarios no se les ocurre mejor idea que pasar unos días en una mal-rollera mansión donde tiempo atrás se cometieron una serie de crímenes por esclarecer, para registrar una posible actividad de ultratumba. Si, hijo, si, había mucha actividad sobrenatural y la pobre psíquica Eleanor (Julie Harris) lo va a notar en sus propias carnes.
La Representación: El curioso personaje de Theodora (Interpretada por Claire Bloom) era declaradamente lesbiana ya en la obra original en la que se basa la película, The Hauting of Hill House de Shirley Jackson, donde era una artista bohemia un tanto extravagante y que daría algún que otro dolor de cabeza a la tímida y traumatizada Eleanor. Lo malo es que la casa está viva, es malvada e influye a los personajes en especial a la pobre Nell que tiene una estrecha relación con los espíritus y pese a los intentos de Theo y el resto por apartarla de su “herencia” la cosa no iba a acabar bien.
Para el recuerdo: La película Robert Wise trató de forma un tanto light y sútil el tema de la homosexualidad de Theo, quien comparte los momentos más sombríos de la película con la protagonista e incluso con la homofobia en cierto momento tenso de la cinta. En la época tuvo que ser así para evitar escándalos, y ya por no hablar de cuando se publicó la novela. The Haunting tendría un remake un tanto sosaina de Jan de Bont con Catherine Zeta-Jones en el papel de Theo y una exitosa serie en Netflix de la mano de Mike Flanagan en que convierte a sus personajes en familia aunque la nueva Theo (Kate Siegel) lleva una vida amorosa menos sutil para alegría de todos.
Campamento Sangriento (1983)
La Fiesta: Pues lo típico de un slasher, un grupo de jóvenes en plena revolución de hormonas van a pasar unos días de fiesta en un campamento de verano donde serán asesinados uno a uno por un peculiar asesino en serie. A groso modo es esto. Ahora, la cosa tiene minga y lo que sigue es considerado SPOILER aunque me parezca de más con una peli tan vieja.
La Representación: ¿He dicho SPOILER? Pues eso SPOILER, que no sé si el botón funciona tal como está el foro. Resulta que tras tanto corre, corre que te pillo y muertes demenciales el ángel de la muerte resulta ser la protagonista Angela (Felissa Rose), cuya verdadera identidad es Peter. Un chico criado como una chica por su tía la loca. No sería ni mucho menos el primer caso de asesino travestido que tenía a todos engañados (Psicosis) pero hasta la fecha ninguna película de terror ha dado un plano final del personaje tan delirante y perturbadora como la revelación de Angela, ahí en pelota picada gritando como una posesa.
Para el Recuerdo: Dudo que hoy en día una película de esta temática tenga alguna aceptación con la mierda de generación de pielesfinas que inunda Internet, capaces de acusarla de transfoba o algo similar por que el asesino es un travesti. Lo cierto es que de todos los slashers ochenteros que siguieron al clásico Viernes 13, la obra de Robert Hiltzik es sin duda una de las más imaginativas y traumáticas.
Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy (1985)
La Fiesta: Cinco años después de la oleada de crímenes en la problemática calle de Elm Street, el joven Jesse (Mark Patton) se muda con su familia nada menos que a la antigua casa de la pobre Nancy Thompson. Al poco de llegar empezará a tener pesadillas relacionados con el emblemático asesino con cara de pizza. Este acabará por usarle como recipiente para su espíritu y continuar así con su longeva carrera criminal.
La representación: Bien, realmente no hay, que recuerde, un personaje abiertamente gay en la película, aunque cierto es que el prota prefiere pasar más tiempo con su amigo que con su novia. La secuela dirigida por el videoclubero Jack Sholder, que poco después nos regalaría la genial Hidden, quiso innovar en el género de los slasher cambiando la típica Final Girl chavala virgen por un chico que sufriría el acoso del personaje de Robert Englund. Cabe recordar que Freddy Krueguer era un depravado pederasta que fue linchado por sus vecinos y nunca hizo distinción entre géneros para su sádico placer de aterrorizar, torturar y matar. Claro que mejor no usarlo como representante del LGTB.
Para el Recuerdo: Aunque como he dicho, creo que no había gays en la cinta, si que es considerada como una película bastante gay. Durante años el estudio había insistido en negar semejante orientación sexual pero recientemente el guionista David Chaskin, reconoció en el documental 'Never Sleep Again: The Elm Street Legacy' que hubo un subtexto homoerótico creado a propósito.
Alta Tensión (2003)
La Fiesta: Las amigas Marie (Cécile de France) y Alexia (Maïwenn) van a pasar unos días en la casa de la familia de esta última. Lo que se suponía que iba a ser un temporada tranquila y feliz se tuerce cuando entra en escena un simplemente bestial asesino (El desaparecido Philippe Nahon) que masacra a toda la familia y acaba jugando al gato y al ratón con las protagonistas. Típico ¿no? Pues no, lo que sigue es otro pedazo de SPOILER.
Representación: Vuelvo a insistir, SPOILER. Resulta que para Marie, Alexia es mucho más que una amiga, es su obsesión. Su fruta prohibida. Por lo que al no poder expresar sus sentimientos y estar ya de por si un poco loca, resulta que el asesino no es otra cosa que una personalidad múltiple de su cerebro. Realmente, ha sido ella quien ha asesinado a la familia de Alex y la ha tenido secuestrada en su camioneta. (Amen de regalarnos una de las escenas más gore de la historia del cine). Si, todo esto es muy rocambolesco y posiblemente no del todo acertado si tiene que pasar un filtro de los usuarios del Facebook ya que puede asociar la homosexualidad con la demencia, pero quien vea la película sabrá que lo que se busca es simplemente sangre y mala leche, no un argumento currado.
Para el recuerdo: Cinta con la que se dio conocer al mundo el francés Alexander Ajá, firmante de varios de los mejores remakes de películas de terror en el nuevo milenio tales como la brutisima Las Colinas Tienen Ojos o la divertida Pirañas 3D. A parte de que inició una moda por el macabre galo a la que seguirían joyas como A l`Interiour o Martyrs.
La Semilla de Chucky (2004)
La Fiesta: En la entrega anterior a pesar de, como dijera el Muñeco Diabólico, estaban hechos de goma, el polvo que echaron Tiffany y Chucky acabaría engendrando un bebé medio humano, medio muñeco llamado Glen. A diferencia de sus padre, Glen es muy inocente y adorable y no cree en lo que dicen de que ellos fueran unos monstruos, por eso decide viajar a Los Ángeles a buscar sus cuerpos, usados ahora como animatrónicas en el rodaje de peliculas basadas en los crimenes de Chucky y decide resucitarlos con el consabido ritual vudú… sin saber el caos que se iba a formar luego.
La Representación: Glen o Glenda… todo un homenaje a Ed Wood por parte de Don Mancini, quien pasó de las labores de guionista a la dirección por primera vez en la historia de la saga. Resulta que el hijo de Chucky no tiene clara su identidad sexual, tampoco ayuda a que no haya nada entre las piernas del muñeco hibrido. Solo siguiendo el rocambolesco plan de sus padres de poseer a unos seres humanos que resultan ser actores famosillos, en el caso de Tiffany nada menos que Jennifer Tilly interpretándose a una versión de si misma en un papel delirante, no sin antes embarazarla mediente inseminación artificial con la lefa de Chucky para que darle a Glenn un cuerpo humano (sic) en fin, resulta que salen gemelos, niño y niña, cada uno con una de las personalidades de Glen.
Para el recuerdo. Nadie perdonó a Mancini de haber convertido la saga de Child Play en una puta comedia metacinéfila, aunque nunca me la tomé del todo en serio. Cierto es que ahora la recuerdo como bastante chorra y divertida y con algunos puntazos aunque casi resultó ser el último clavo en el ataud de la franquicia. En la actualidad, SyFy está produciendo una serie dirigida por el propio Don Mancini, quien se ha desvinculado de la productora anterior cuando decidieron hacer aquel remake que aún no he visto. Para los forofos del colectivo sepan que el prota será un chico gay, Chucky siempre ha apoyado a la causa.
Carmilla (2019)
La Fiesta: Hija de un aristócrata viudo y al cuidado de una severa institutriz, Lara vive sola y aislada en la mansión familiar en una atmósfera un tanto opresiva y deprimente que pronto se verá algo iluminada por la aparición de Carmilla, una misteriosa chica de su edad que ha sobrevivido a un extraño accidente de su carruaje. Entre ambas se establecen una profunda amistad que pronto derivará a algo más profundo cuando revelen su verdadera naturaleza.
La Representación: Siempre me parecerá curioso la obra de Sheridan Le Fanu, reeditada junto con otros relatos de vampiresas por la genial editorial Valdemar. No solo es un obra de vampiros bastante anterior a Dracula, sino que ya entonces jugaban con la baza de la ambigüedad sexual de sus protagonistas. Sino fuese por la censura de la época, muy probablemente la relación entre Laura (tal como se llama en la novela) y Carmilla sería menos disimulada como acoso vampirico. En la película de Emily Harris se toma bastante en cuenta esta idea. Lara y Carmilla directamente inician un romance, el elemento vampírico se reduce a una suposición erronea por parte de los personajes adultos (bastante supersticiosos) dado uno de los extraños juegos que tienen las chavalas que implica un pequeño derramamiento de sangre.
Para el Recuerdo: Los vampiros no podían faltar a un repaso como este y de hecho debí haber comentado una de las tantas exploitation como Las Hijas de Drácula de José Ramon Larraz o cualquiera de la escuela de Jess Franco o Jean Rollin, o la genial The Hunger de Tony Scott. En la que el lesbianismo está a la orden del día. Pero desde siempre, desde Le Fanu hasta Anne Rice, los vampiros como seres no-muertos e inmortales llevan siglos desprejuiciados con el tema del LGTB. Les da exactamente igual pillar a una doncella o a un mozo, todos son bienvenidos a tener una petita mort en su alcoba, ya que se fijan en otros aspectos como la belleza, ya sea física o interior.
La mansión encantada (1963)
La Fiesta: Un grupo de científicos y voluntarios no se les ocurre mejor idea que pasar unos días en una mal-rollera mansión donde tiempo atrás se cometieron una serie de crímenes por esclarecer, para registrar una posible actividad de ultratumba. Si, hijo, si, había mucha actividad sobrenatural y la pobre psíquica Eleanor (Julie Harris) lo va a notar en sus propias carnes.
La Representación: El curioso personaje de Theodora (Interpretada por Claire Bloom) era declaradamente lesbiana ya en la obra original en la que se basa la película, The Hauting of Hill House de Shirley Jackson, donde era una artista bohemia un tanto extravagante y que daría algún que otro dolor de cabeza a la tímida y traumatizada Eleanor. Lo malo es que la casa está viva, es malvada e influye a los personajes en especial a la pobre Nell que tiene una estrecha relación con los espíritus y pese a los intentos de Theo y el resto por apartarla de su “herencia” la cosa no iba a acabar bien.
Para el recuerdo: La película Robert Wise trató de forma un tanto light y sútil el tema de la homosexualidad de Theo, quien comparte los momentos más sombríos de la película con la protagonista e incluso con la homofobia en cierto momento tenso de la cinta. En la época tuvo que ser así para evitar escándalos, y ya por no hablar de cuando se publicó la novela. The Haunting tendría un remake un tanto sosaina de Jan de Bont con Catherine Zeta-Jones en el papel de Theo y una exitosa serie en Netflix de la mano de Mike Flanagan en que convierte a sus personajes en familia aunque la nueva Theo (Kate Siegel) lleva una vida amorosa menos sutil para alegría de todos.
Campamento Sangriento (1983)
La Fiesta: Pues lo típico de un slasher, un grupo de jóvenes en plena revolución de hormonas van a pasar unos días de fiesta en un campamento de verano donde serán asesinados uno a uno por un peculiar asesino en serie. A groso modo es esto. Ahora, la cosa tiene minga y lo que sigue es considerado SPOILER aunque me parezca de más con una peli tan vieja.
La Representación: ¿He dicho SPOILER? Pues eso SPOILER, que no sé si el botón funciona tal como está el foro. Resulta que tras tanto corre, corre que te pillo y muertes demenciales el ángel de la muerte resulta ser la protagonista Angela (Felissa Rose), cuya verdadera identidad es Peter. Un chico criado como una chica por su tía la loca. No sería ni mucho menos el primer caso de asesino travestido que tenía a todos engañados (Psicosis) pero hasta la fecha ninguna película de terror ha dado un plano final del personaje tan delirante y perturbadora como la revelación de Angela, ahí en pelota picada gritando como una posesa.
Para el Recuerdo: Dudo que hoy en día una película de esta temática tenga alguna aceptación con la mierda de generación de pielesfinas que inunda Internet, capaces de acusarla de transfoba o algo similar por que el asesino es un travesti. Lo cierto es que de todos los slashers ochenteros que siguieron al clásico Viernes 13, la obra de Robert Hiltzik es sin duda una de las más imaginativas y traumáticas.
Pesadilla en Elm Street 2: La venganza de Freddy (1985)
La Fiesta: Cinco años después de la oleada de crímenes en la problemática calle de Elm Street, el joven Jesse (Mark Patton) se muda con su familia nada menos que a la antigua casa de la pobre Nancy Thompson. Al poco de llegar empezará a tener pesadillas relacionados con el emblemático asesino con cara de pizza. Este acabará por usarle como recipiente para su espíritu y continuar así con su longeva carrera criminal.
La representación: Bien, realmente no hay, que recuerde, un personaje abiertamente gay en la película, aunque cierto es que el prota prefiere pasar más tiempo con su amigo que con su novia. La secuela dirigida por el videoclubero Jack Sholder, que poco después nos regalaría la genial Hidden, quiso innovar en el género de los slasher cambiando la típica Final Girl chavala virgen por un chico que sufriría el acoso del personaje de Robert Englund. Cabe recordar que Freddy Krueguer era un depravado pederasta que fue linchado por sus vecinos y nunca hizo distinción entre géneros para su sádico placer de aterrorizar, torturar y matar. Claro que mejor no usarlo como representante del LGTB.
Para el Recuerdo: Aunque como he dicho, creo que no había gays en la cinta, si que es considerada como una película bastante gay. Durante años el estudio había insistido en negar semejante orientación sexual pero recientemente el guionista David Chaskin, reconoció en el documental 'Never Sleep Again: The Elm Street Legacy' que hubo un subtexto homoerótico creado a propósito.
Alta Tensión (2003)
La Fiesta: Las amigas Marie (Cécile de France) y Alexia (Maïwenn) van a pasar unos días en la casa de la familia de esta última. Lo que se suponía que iba a ser un temporada tranquila y feliz se tuerce cuando entra en escena un simplemente bestial asesino (El desaparecido Philippe Nahon) que masacra a toda la familia y acaba jugando al gato y al ratón con las protagonistas. Típico ¿no? Pues no, lo que sigue es otro pedazo de SPOILER.
Representación: Vuelvo a insistir, SPOILER. Resulta que para Marie, Alexia es mucho más que una amiga, es su obsesión. Su fruta prohibida. Por lo que al no poder expresar sus sentimientos y estar ya de por si un poco loca, resulta que el asesino no es otra cosa que una personalidad múltiple de su cerebro. Realmente, ha sido ella quien ha asesinado a la familia de Alex y la ha tenido secuestrada en su camioneta. (Amen de regalarnos una de las escenas más gore de la historia del cine). Si, todo esto es muy rocambolesco y posiblemente no del todo acertado si tiene que pasar un filtro de los usuarios del Facebook ya que puede asociar la homosexualidad con la demencia, pero quien vea la película sabrá que lo que se busca es simplemente sangre y mala leche, no un argumento currado.
Para el recuerdo: Cinta con la que se dio conocer al mundo el francés Alexander Ajá, firmante de varios de los mejores remakes de películas de terror en el nuevo milenio tales como la brutisima Las Colinas Tienen Ojos o la divertida Pirañas 3D. A parte de que inició una moda por el macabre galo a la que seguirían joyas como A l`Interiour o Martyrs.
La Semilla de Chucky (2004)
La Fiesta: En la entrega anterior a pesar de, como dijera el Muñeco Diabólico, estaban hechos de goma, el polvo que echaron Tiffany y Chucky acabaría engendrando un bebé medio humano, medio muñeco llamado Glen. A diferencia de sus padre, Glen es muy inocente y adorable y no cree en lo que dicen de que ellos fueran unos monstruos, por eso decide viajar a Los Ángeles a buscar sus cuerpos, usados ahora como animatrónicas en el rodaje de peliculas basadas en los crimenes de Chucky y decide resucitarlos con el consabido ritual vudú… sin saber el caos que se iba a formar luego.
La Representación: Glen o Glenda… todo un homenaje a Ed Wood por parte de Don Mancini, quien pasó de las labores de guionista a la dirección por primera vez en la historia de la saga. Resulta que el hijo de Chucky no tiene clara su identidad sexual, tampoco ayuda a que no haya nada entre las piernas del muñeco hibrido. Solo siguiendo el rocambolesco plan de sus padres de poseer a unos seres humanos que resultan ser actores famosillos, en el caso de Tiffany nada menos que Jennifer Tilly interpretándose a una versión de si misma en un papel delirante, no sin antes embarazarla mediente inseminación artificial con la lefa de Chucky para que darle a Glenn un cuerpo humano (sic) en fin, resulta que salen gemelos, niño y niña, cada uno con una de las personalidades de Glen.
Para el recuerdo. Nadie perdonó a Mancini de haber convertido la saga de Child Play en una puta comedia metacinéfila, aunque nunca me la tomé del todo en serio. Cierto es que ahora la recuerdo como bastante chorra y divertida y con algunos puntazos aunque casi resultó ser el último clavo en el ataud de la franquicia. En la actualidad, SyFy está produciendo una serie dirigida por el propio Don Mancini, quien se ha desvinculado de la productora anterior cuando decidieron hacer aquel remake que aún no he visto. Para los forofos del colectivo sepan que el prota será un chico gay, Chucky siempre ha apoyado a la causa.
Carmilla (2019)
La Fiesta: Hija de un aristócrata viudo y al cuidado de una severa institutriz, Lara vive sola y aislada en la mansión familiar en una atmósfera un tanto opresiva y deprimente que pronto se verá algo iluminada por la aparición de Carmilla, una misteriosa chica de su edad que ha sobrevivido a un extraño accidente de su carruaje. Entre ambas se establecen una profunda amistad que pronto derivará a algo más profundo cuando revelen su verdadera naturaleza.
La Representación: Siempre me parecerá curioso la obra de Sheridan Le Fanu, reeditada junto con otros relatos de vampiresas por la genial editorial Valdemar. No solo es un obra de vampiros bastante anterior a Dracula, sino que ya entonces jugaban con la baza de la ambigüedad sexual de sus protagonistas. Sino fuese por la censura de la época, muy probablemente la relación entre Laura (tal como se llama en la novela) y Carmilla sería menos disimulada como acoso vampirico. En la película de Emily Harris se toma bastante en cuenta esta idea. Lara y Carmilla directamente inician un romance, el elemento vampírico se reduce a una suposición erronea por parte de los personajes adultos (bastante supersticiosos) dado uno de los extraños juegos que tienen las chavalas que implica un pequeño derramamiento de sangre.
Para el Recuerdo: Los vampiros no podían faltar a un repaso como este y de hecho debí haber comentado una de las tantas exploitation como Las Hijas de Drácula de José Ramon Larraz o cualquiera de la escuela de Jess Franco o Jean Rollin, o la genial The Hunger de Tony Scott. En la que el lesbianismo está a la orden del día. Pero desde siempre, desde Le Fanu hasta Anne Rice, los vampiros como seres no-muertos e inmortales llevan siglos desprejuiciados con el tema del LGTB. Les da exactamente igual pillar a una doncella o a un mozo, todos son bienvenidos a tener una petita mort en su alcoba, ya que se fijan en otros aspectos como la belleza, ya sea física o interior.