EL FESTIVALITO DE LA PALMA, LLOYD KAUFMAN, TROMA Y UNOS CUANTOS ALIENÍGENAS SIN PIEDAD

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El nombre Troma no significa lo más mínimo, en nuestras latitudes, para el común de los mortales, ése que su máxima motivación es el atracón futbolero del fin de semana, aderezado con la “etílica marcha salvaje” del viernes y/o el sábado por la noche, con la consabida reseca posterior. Ya lo dije en esta sección hace dos años y no creo que las cosas hayan cambiado en demasía.

Sin embargo, Troma Entertainment, nombre de una productora de cine, extremo y/o visceral y/o disparatado, es uno de los nombres propios de la cultura cinematográfica contemporánea, además de un símbolo de la trasgresión frente a los modos y las maneras socialmente aceptados.

Sus películas, tachadas por una parte de la crítica y del público como “pura basura”, destilan una considerable mala baba que atentan contra el fariseo comportamiento de buena parte de la sociedad. Por todo ello, y lejos de lo que se pueda pensar, su mítico y siempre añorado Vengador Tóxico denuncia no solamente las retrógradas castas sociales que siguen imperando en la sociedad, a imagen y semejanza del antiguo régimen, sino el uso, abuso y destrucción de los recursos naturales, práctica que cada día se deja notar más en nuestro viejo y cacareado mundo.

Detrás de todo se encuentra Lloyd Kaufman, fundador, ideólogo y auténtico motor de la productora que lleva décadas diseccionando las taras y los excesos de una sociedad, la nuestra, la cual es incapaz de aprender de sus propios errores y se empeña en repetirlos una y otra vez. Si las cosas siguen como van, el Vengador Tóxico dejará de ser un personaje “ficticio” y se convertirá en una nueva raza de seres mutantes, surgidos al calor de la especulación, la mentira y el desenfreno económico. Quizás esta cerrazón explique no solamente la validez de sus propuestas, sino la intemporalidad de sus historias y sus personajes, por muy grotescos y extremos que éstos resulten.

Fruto de todo ello es la enorme legión de aficionados que el creador y su productora han ido atesorando a lo largo de las décadas, que no dudan en dormir en suelo y mal comer con tal de poder aparecer en una de sus producciones. Ante tal devoción, de la cual he sido testigo, comprenderán mi sorpresa cuando hace tan sólo unos días recibí un correo electrónico enviado por el director del Festivalito de La Palma, presentándome un proyecto en el que estaba implicado Kaufman y su productora.

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El proyecto en cuestión se llama Alienígenas Sin Piedad y, según los responsables del evento, “se trata de un largometraje de ficción con trasfondo ecológico y un homenaje a las películas de cine independiente, cine “underground”, cine artesanal, cine de culto, cine de bajo presupuesto, cine bizarro, cine cuántico y cine tromático.” Todo junto y sin anestesia previa.
La sinopsis de la película es, más o menos, la siguiente: las peripecias de un comando de seres de otra galaxia que tienen que cumplir la misión de invadir la Tierra y exterminar una plaga que está destruyendo el planeta. Esa plaga son los seres humanos.

Y tal vez alguien se pregunte: ¿habrá algo en nuestros corazones y nuestras conciencias que les haga cambiar de idea? ¿Nos merecemos seguir aquí? ¿Conseguirá alguien persuadir al comando de que el cambio es posible, o el final feliz perfecto es la ansiada destrucción de la humanidad a manos de estos alienígenas para liberar así al planeta Tierra de su plaga más mortífera?
Tal y como verán no se trata de ningún ejemplo de cine sesudo, ni cotidiano, ni nada por el estilo. Lo que sus creadores proponen es “una historia transgresora de corte independiente, un thriller con tintes de neowestern, con toques de humor, y con trasfondo social y ecológico”. El lograr que un proyecto como éste cuente con un padrino de excepción, de la categoría de Lloyd Kaufman, demuestra el buen hacer, la perseverancia y las ideas, claras, de los responsables del evento cinematográfico palmero frente al “Establishment” cinematográfico canario, mucho menos audaz y osado.

La única pega -la misma de siempre, para qué nos vamos a engañar- es la cuestión económica, aquélla que puede acabar con las esperanzas de quienes sueñan con ver la isla de La Palma convertida en el escenario de una película de Troma. De poder lograrlo, la isla pasaría a estar dentro de la guía de los lugares dignos de visitar por los seguidores del cine de género del mundo mundial, porque hasta los frikis se van de vacaciones.

Volviendo al tema de los dineros, la organización del festival ha puesto en marcha una campaña de micromecenazgo para recaudar fondos, en la plataforma Verkami, fondos que se destinarán a cubrir el costo de los pasajes, el alojamiento y las comida de los cineastas, actores, actrices y técnicos que se trasladarán a la isla de La Palma para participar en el proyecto. El objetivo final es reunir 30.000 euros a través de diferentes aportaciones, con las que se obtendrá una participación o “recompensa”, y se formará parte de este proyecto cinematográfico, tan necesario, según sus creadores, para el planeta, el universo y la galaxia.

Las distintas fórmulas del mecenazgo ofrecen a modo de recompensa desde el visionado online de la película o la adquisición de una camiseta, hasta la participación activa en la creación del filme. Esto puede ser tanto a nivel artístico -como cineasta, actor y actriz- como a nivel técnico durante el rodaje de la misma.
En cuanto al guión definitivo éste será el resultado de un proyecto coral, donde todo el que quiera podrá aportar ideas a través de un blog que se creará para la ocasión a mediados del presente mes de abril.

Como verán el proyecto, además de ser osado, transgresor y tremendamente atractivo, demuestra la validez de un certamen que debió hibernar durante un lustro antes de regresar a la palestra con nuevas fuerzas, pero contando con las experiencias acuñadas durante sus primeras ediciones. Poder contar con Lloyd Kaufman entre los invitados al evento es sólo una muestra más que explica la validez de este pequeño evento, empeñado en demostrar que no importa el tamaño, sino el tesón de quienes están dispuestos a hacer posible lo imposible.

Y dicho esto, visiten www.verkami.com y ayuden a que una panda de locos… perdón, un grupo de serios y honestos creadores, logren su propósito.

En las próximas semanas, continuaremos informando sobre la invasión, perdón… ¡qué cabeza la mía! Seguiremos informando sobre el desarrollo del festival, sus responsables y todo aquello que sea digno de mencionar.

Festival de Las Estrellas se celebrará del 13 al 21 de mayo en la La Palma (Islas Canarias).

FEstivalito de La Palma