Crítica: “VERDAD O RETO”. Cine sin consecuencias

Estreno en España: 11 de mayo de 2018

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Verdad o Reto se viene a unir a esa línea de cine de género que tan buenos réditos le ha dado a la productora Blumhouse desde sus inicios en 2009, donde sin una gran inversión económica, sin contar con grandes nombres de la industria y apoyándose casi exclusivamente en una propuesta llamativa y la promesa de un rato de terror, se logra atraer a un importante grupo de espectadores a las salas, especialmente de un target juvenil.

La fórmula ya está bien engrasada, pero eso no quiere decir que los resultados estén siempre bien afinados en cuanto a calidad del resultado. Frente títulos destacados como la primera entrega de Insidious, Sinister, Múltiple o Déjame Salir, también hemos tenido que sufrir naderías como toda la saga de Paranormal Activity, Infierno Verde o el último intento de resucitar Amityville. En el caso de esta última propuesta, hay que decir que nos encontramos ante una de las producciones más insulsas y olvidables de la productora.

Partiendo de la estructura del clásico juego de “verdad o consecuencia”, el director Jeff Wadlow se acopla al formato de otra saga de terror, Destino Final, restando lo único verdaderamente destacable de ésta, es decir, su gozoso y gamberro sentido de la truculencia y el gore.

Verdad o Reto es una cinta de terror sin mucha chicha, sin ninguna sorpresa y donde los rasgos atractivos del género han quedado vergonzosamente higienizados en la puesta en escena, apostando por tiros de cámara que escondan la parte más escabrosa, pero sin aportar tampoco ningún sentido de la sugerencia o la atmósfera. Si a esto le sumamos que el apartado interpretativo es bastante insulso y que el apartado de efectos parece sacado de una aplicación de Smartphone, el resultado no puede ser más desalentador.

Verdad o reto