Crítica: «MALDITO VIERNES» de Paco Plaza

2260
Maldito viernes. Portada Paco Plaza. EDT

[dcs_img width=»212″ height=»300″ thumb=»true» framed=»black» mleft=»15″ author=»EDT» lightbox=»true» title=»Maldito Viernes» pos=»right» mright=»15″]https://tumbaabierta.com/wp-content/uploads/2012/09/tumbaabierta_maldito_viernes_EDT_paco_plaza_portada.jpg[/dcs_img]
[dcs_p color=»#FFFFFF» size=»11″ fheight=»16″ bgcolor=»#0f0f0f» margin=»-20px 247px 0px 0px» padding=»20px 20px 20px 20px» rounded=»10″]Guión: PAco Plaza
Dibujo: Joseph Díaz
Álbum Cartoné de 136 páginas. Color
ISBN/EAN: 9788499475417
Precio: 15 euros
EDT[/dcs_p]
De todo cuanto se ha escrito yo amo solo aquello que alguien ha escrito con su propia sangre”. Con esta sugerente cita de Friedrich Nietzsche arranca la más que notable novela gráfica Maldito viernes, escrita por el director y guionista de cine Paco Plaza e ilustrada por Joseph Díaz.

Resulta estimulante que aparezcan en el mercado productos como este, pensados tanto para satisfacer a los lectores del género fantástico como para aportar sangre nueva y fresca al cada vez más dinámico mundo del cómic nacional e internacional. Lo interesante de esta propuesta es su propia naturaleza, es decir, un cómic que debería haber sido película y quizá algún día lo sea, un guión que antes de convertirse en cine se estrena en formato de cómic y con ello se da un impulso decidido a su posible adaptación cinematográfica. De esto entiende de sobra su creador, Paco Plaza, responsable de muchos e interesantes títulos de nuestra cinematografía fantástica y de terror tales como Romasanta o la franquicia Rec.

Otra circunstancia particular asociada a este cómic o novela gráfica, reside en su protagonista, que no es otra que la estupenda actriz noir Leticia Dolera, que ya trabajó a su vez con el autor en la estimulante aunque algo irregular [Rec]3. En cualquier caso, Leticia estaba espléndida en aquella película, igual que lo está en este cómic. Y sin duda alguna, lo estará en su adaptación al cine si tenemos la suerte de que algún día se produzca.

Pilar, una joven auxiliar de veterinaria de una clínica de Barcelona, es mordida por un mendigo. A partir de ese momento, una serie de cambios empiezan a producirse en su cuerpo y en su mente, cambios que la conducen a una auténtica metamorfosis y que la transformarán en un ser completamente diferente. Este viaje, interior, psicológico y fisiológico de la protagonista es lo que nos cuenta la historia de Maldito viernes. Dividida en cuatro capítulos, en los tres primeros, los mejores, Pilar va descubriendo poco a poco su nueva naturaleza, con inquietud, angustia y miedo. En el cuarto, el capítulo a mi modo de ver menos conseguido, la joven encuentra por fin la razón de su nuevo ser. No sin ayuda, puesto que en el universo vampírico los seres de la noche nunca están solos. Sabemos que hay más, como en la Inquieta compañía de Carlos Fuentes, aunque apenas les veamos, y en este caso, Pilar recibe consejos e instrucciones de alguien a quien tan solo escucha, pero que sabe que en algún momento volverá a encontrar, a él o a cualquier otro. Porque una de las reglas de los vampiros es la de no darse a conocer al mundo humano, y más en estos tiempos donde el humano podría ser verdaderamente letal.

Maldito viernes nos propone una inmersión al mundo de la oscuridad, con referencias al mito del vampiro presente en tantas y tantas películas, ya sean los Dráculas o Nosferatus de Coppola, Murnau o Dreyer, o cómics como 30 días de oscuridad. La propuesta de Maldito viernes no bebe de las fuentes del género vampírico adolescente tan presente en estos días con las sagas Crepúsculo o las Crónicas vampíricas televisivas, sino más bien bucea en un vampiro más adulto, retorcido y menos glamuroso, más cercano a la joven Eli de la película Déjame entrar o a la Sadie Blake de la inquietante Rise. Mención aparte merece el arte de Joseph Díaz, ilustrador y concept artist de películas tan conocidas como Lo Imposible o [Rec] 3, que acierta plenamente en captar la esencia del mito y mostrarnos con crudeza e incluso con espectacularidad, la lenta y progresiva transformación de la protagonista, con un estilo que recuerda un poco al Michael Gaydos de la serie Alias.

En definitiva, una obra atractiva y potente, tanto en el apartado narrativo como en el gráfico, con un final que deja abierta la posibilidad de continuación y que nos deja un buen sabor de boca, con la esperanza de que en un futuro próximo pueda seguir desarrollándose tanto en el medio cinematográfico como en otras novelas gráficas. O quizá, ¿por qué no? Con una serie de cómics propia.

Maldito viernes. Portada Paco Plaza. EDT