La gran figura del cine contemporáneo Peter Weir será homenajeado en Sitges 2018. Weir representa una combinación inteligente de cine comercial y cine de autor.

Director de films que ya forman parte del imaginario colectivo, el director australiano es mundialmente apreciado por títulos de diversos géneros como El año que vivimos peligrosamente (1982), Único testigo (1985), El club de los poetas muertos (1989), El show de Truman (1998) o Master and Commander (2003), pero son especialmente destacables sus primeras películas –claramente enmarcadas dentro del fantástico– Los coches que devoraron París (1974), Picnic en Hanging Rock (1975) o La última ola (1977).

En Sitges 2018, Peter Weir será reconocido con el Gran Premio Honorífico, en homenaje a una carrera llena de éxitos.

Sitges 2018 tendrá una destacada presencia femenina. La actriz estadounidense Pam Grier, estrella del cine de acción y ejemplo de lucha constante, recibirá el premio Màquina del Temps.

Pam Grier

Habitual en cintas de blaxploitation de los años 70 –como Foxy Brown (1974) o Sheba Baby (1975)– Grier alcanzó la fama mundial al protagonizar Jackie Brown (1997), de Quentin Tarantino, después de algunas apariciones en filmes como Mars Attacks!, de Tim Burton. También ha participado en series como Miami Vice, El príncipe de Bel-Air o The L Word.

Helga Liné, actriz alemana afincada en España desde el inicio de la década de los sesenta y figura esencial en el género fantástico estatal con títulos como Pánico en el Transiberiano (1972) o El espanto surge de la tumba (1973), recibirá el Premi Nosferatu que otorga la sección Brigadoon. Su extensa carrera incluye trabajos en el western, péplum –durante su época en Italia– o la comedia, al lado de realizadores como Pedro Almodóvar, Umberto Lenzi, Pedro Olea o Amando de Ossorio.

Traci Lords, icono de la cultura pop, trendsetter y referente feminista recibirá la Maria Honorífica en Sitges 2018. Lords ha trabajado con grandes nombres del cine independiente y underground americano, como John Waters y Roger Corman, y con estrellas consagradas de la altura de Johnny Deep. Destacó en varios thrillers y films de terror de bajo presupuesto durante los años 80 y principios de los 90, antes de aparecer en títulos como Cry-Baby (1990) o Los asesinatos de mamá (1994), de Waters. Sus papeles secundarios en películas de género fantástico como Virtuosity (1995) o Blade (1998), las apariciones en series de televisión, videojuegos y algunas incursiones como cantante tecno pop completan una prolífica trayectoria.