The Boys

[Evil_Konan]

El comic es un medio que abarca muchos géneros, muchas temáticas, muchas formas de contar historias y muchos tipos de historias para un variado tipo de públicos, del comic o novela gráfica como queráis llamarlo hay obras que no tienen nada que envidiar a obras literarias reputadas… pero claro, yo digo comic, tú o vosotros, pensáis: superhéroes (y eso si alguno no piensa en Mortadelo y Filemón) toda una forma de arte queda subordinada a un género por pura cuestión monetaria. Los comics son cosas para chavales y los chavales les mola los superhéroes y los superhéroes venden comics, muchísimos. Ahora bien, cogemos esta relación Superhéroes-Negocio y encarga a un autor como Garth Ennis a que haga una especie de metacomic (comic sobre comics) para crear una sátira o una parodia de este mundillo. Garth Ennis para más señas, es un autor que se catapultó a la fama con la serie Predicador y su paso por el mundo del comic, incluido Marvel y Dc, siempre se ha caracterizado por crear historias llenas de humor negro, con momentos escatológicos, gore y violencia extrema, sexo sucio o simplemente sexo a secas, sin romanticismos ni nada, el empleo de un lenguaje soez y cierta tendencia hablar de temas bélicos o criticar a la iglesia de la manera más pagana y burra que se le ocurra… y otra cosa por la que se destaca: Odia a los Superhéroes, o eso parece. Ya vimos indicios de eso con Hitman que guarda muchas similitudes con The Boys o The Pro que es una parodia cruel y guarra de la Liga de la Justicia protagonizada por una prostituta con superpoderes…. ¿Resultado? The Boys, el comic más cruel que se ha hecho sobre el mundo de los superhéroes.

The Boys trata de un mundo en que los superhéroes existen, son prácticamente versiones y parodias a superhéroes o grupos de superhéroes conocidos como Superman, Batman, La Liga de la Justicia, Los Vengadores, X-Men etc. lo que pasa es que son retratados como productos de una multinacional conocida como Vough-America que ha rulado por el mundo una substancia llamada Compuesto-V que altera el adn de las personas dándoles poderes. Cuando nacen niños con algún poder, la multinacional los recoge y lo recluta para que sean supers ¿su trabajo? ¿Salvar el mundo? ¿Acabar con dictaduras? ¿Pelear con supervillanos? Nada de eso, su trabajo simplemente se resume en existir, un guionista tipo Stan Lee les da una historia a cada uno y solo les toca exhibirse para que la peña compren comics y así financiar la Vough. La vez que se probó a los supers como héroes resultaron ser unos inútiles y ocurrió un desastre de la magnitud del 11-S… por lo demás ¿qué hacen? Pues bueno, no dejan de ser personas, con sus defectos y sus vicios lo malo es que teniendo poderes y perteneciendo a un status social superior hacen prácticamente lo que les dé la gana… meterse drogas, montar orgias… vivir la vida de la forma más libertina e inimaginable sin consecuencia alguna que ya tienen a otros para limpiar lo que ensucien mientras den dinero… lo malo es que tienen poderes y en su modo de vida muchas veces ocurren accidentes que afectan a las personas normales como algunas muertes. En resumidas cuentas son un peligro más que otra cosa y para mantenerlos a raya están los The Boys, un equipo de la CIA dedicada a controlar a los Supers con métodos muy expeditivos que van desde el chantaje, la intimidación, palizas y vigilancia con cámaras hasta torturas y asesinatos.

Con esta premisa y con los dibujos oscuros, macabros y muy sucios, guarros hasta la nausea diría yo de Darick Robertson y John McCrea… se ha parido uno de los comics más geniales del género por lo menos en sus primeros cinco arcos argumentales. Sencillamente descojonantes, una sucesión de personajes, diálogos y situaciones puros Garth Ennis que es difícil no partirse de risa/ flipar en colores/ morirse de asco. Momentos como ver la rutina de Los Siete (una versión decadente de La Liga de la Justicia) con un tal Patriota (la mejor versión de Superman que conozco) recibiendo a una nueva, entusiasta e ingenua miembro del equipo obligándola a que se la chupe para poder entrar. O ver las depravadas juegas que se corren los Teenage Kix (una especie de Generación-X) uno de ellos con la estrafalaria practica de tener un hamster dentro del culo… para bien o para mal se te quedan en las retinas para la posteridad.

Lo malo es cuando Garth Ennis se queda sin fuelle a mitad de la colección, entra en una especie de punto de inflexión bastante largo en que se reitera no en la parodia, la brutalidad y la escatología sino en rizar el rizo explicando y enrollándose en lo que deberían ser meros detalles. Cosas como la explicación del origen de los supers, de los primeros intentos de hacerlos servir como agentes… que ya lo explica una vez pero se reitera y se reitera, para sus típicos discursos sobre la honestidad del soldado contra la corrupción del sistema al que sirve y rollos parecidos que ya lo habló en otros comics y que aquí casi no venia a cuento tras lo anteriormente contado… en definitiva, que algún punto de la colección se quedó sin ideas y trataba de llenar con paja para que la colección llegara hasta el número 72 como sea… algo parecido a lo que creo que hace George R. R, Martin con su Juego de Tronos. Por suerte ese punto de inflexión se acaba a no mucho tardar pero un punto de inflexión quiere decir que a partir de ahí la cosa es distinta, la colección tira por derroteros muchos más oscuros y violentos y el humor es algo más bien ocasional.

Aun con todo, en conjunto, es una colección imprescindible.