Fecha de estreno en Reino Unido:
11 de febrero de 2011
Fecha de estreno en España:
18 de marzo de 2011
Género: Drama
País: Estados Unidos, Reino unido
Año: 2010
Duración: 105 mins

Dirección – Mark Romanek, Guión – Alex Garland, Producción – Andrew Macdonald y Allon Reich, Fotografía – Adam Kimmel, Montaje – Barney Pilling, Música – Rachel Portman

Reparto: Carey Mulligan (Kathy), Andrew Garfield (Tommy), Keira Knightley (Ruth), Charlotte Rampling ( Emily), Sally Hawkins (Lucy)

Crítica

La película de Mark Romanek plantea un grave problema a la hora de analizarla sin estropear las sorpresas que esconde la trama. Está basada en el libro homónimo de Kazuo Ishiguro, por lo que todos aquellos que hayáis leído la obra original contáis con mucha ventaja. Si como yo antes de ver el film no sabéis nada de la novela, esta es una buenísima ocasión para entrar en una sala oscura sin saber absolutamente nada de la trama y dejarse llevar por una experiencia extraordinaria, aunque demoledoramente triste.

Por los motivos arriba expuestos, voy a intentar serpentear por la crítica sin desvelar ningún dato importante, ya que prefiero en este caso quedarme corto y aún así intentar transmitir lo emocionante que resulta el film. Hay un motivo esencial por el que Nunca me abandones tiene un hueco en TumbaAbierta, ya que podemos afirmar abiertamente que se trata de una película de ciencia ficción con todas las de la ley. No cuenta con más efectos especiales que algún maquillaje y el posible borrado de elementos modernos del paisaje para hacer más realista la parte de la historia que tiene lugar durante los años setenta y sin embargo podría emparentarse temáticamente con un film reciente como Hijos de los hombres. No incluye escenas de acción ni escabrosas escenas de gore chusco, y aún así consigue llegar a lo más hondo del ser humano llevando a la audiencia de paseo por sus propios recovecos.

La historia parte de tres jóvenes alumnos de un estricto colegio privado. Kathy, Tommy y Ruth conviven bajo unas normas que les aíslan del mundo exterior pero que no impiden que surja entre ellos sentimientos que les marcarán por el resto de sus vidas, mientras crecen y despliegan sus alas por un mundo que les es ajeno pero para el que están predestinados a servir. La inocencia de los primeros años envuelve la narración como un caramelo que la audiencia saborea sin saber que en su interior se encuentra la amargura última de la vida misma.

Romanek rueda de manera contemplativa aunque utiliza los recursos de los que es bien conocedor para sugerir, avisar o matizar con un genial uso del color. La calidez y templanza con la que nos muestra a los pequeños en sus primeras aventuras en el colegio contrastan con el uso de la cámara en mano y la sobreexposición en el primer viaje fuera de los límites del recinto o la palidez y sobriedad de los azules cobalto y las edificaciones grises que utiliza como telón de fondo en el último acto de la historia.

La actriz Carey Mulligan sigue ofreciendo una interpretación modélica al convertirse en el eje de la historia y a la vez siendo los ojos de la audiencia para el devenir de su propia tragedia. Sin desdeñar el trabajo de Andrew Garfield o el desagradecido papel que interpreta Keira Knightley, podemos encontrar destellos de genialidad en la firme directora del centro escolar construida por Charlotte Rampling o la amable y efímera presencia de Sally Hawkins.

Es imprescindible avisar que, estando como estamos ante un film muy especial, posiblemente no sea compatible con los gustos de todo el mundo. Sin embargo para el público con el que consiga conectar, se convertirá en un film esencial que entrará a formar parte de las imprescindibles de más de uno.

Conmigo lo ha logrado.

Nunca me abandones