EL DIARIO DE JULIÁN LARA EN L.A. #11: El día que conocí a un caza-recompensas

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Era otro viernes más en la soleada y calurosa ciudad de Los Angeles, cuando al salir de la oficina decidí pararme en una de tantas tiendas de ropa que hay en Melrose Avenue. Cada día atravieso esa avenida para ir y volver de la productora. Es una calle muy alegre, sobre todo la parte de West Hollywood, todo es muy chic y muy posh, pero a la misma vez un poco hippie, si, es una mezcla extraña.

El caso es que me pare a ver unos vaqueros negros, el negro es mi color favorito, tanto para coches como para ropa, de hecho mis dos últimos coches han sido negros, je je… en fin, la chinita de la tienda me insistió en que me probara los pantalones, pero la verdad es que no me los iba a comprar, costaban casi 200 dólares, una pasada de precio desde luego, pero como la chica me insistía, pues me dije: «venga va, si no tengo prisa». Pues cuando salgo del probador y me estoy viendo en el espejo, pasa de pronto un hombre fortachón, de larga melena rubia, de unos 50 años, y me pregunta si me los voy a quedar, le digo que no, que son muy caros, y le pregunta a la chinita si son «pre-shrunk» o encogen al lavar, total, que cuando me los voy a quitar, el tío se saca del bolsillo dos billetes de 100$ y se los da a la chinita, dice el tío que me los regala. Si, tal como estás leyendo, joder, y yo le digo a la chinita: «¿pero quien cono es este tío?», «¿no sabes quién es?» me responde ella… resulta que se trataba de Dog el caza-recompensas, pero uno de verdad, no como los de Star Wars, je je, el tío tiene que estar forradísimo porque sin conocerme de nada y hacerme semejante regalo manda cojones.

La cara que se me quedo era un poema: salí de la tienda y le agradecí el «detallito» que había tenido el hombre. Y allí estaba el dándose un baño de masas entre los transeúntes que no nos dejaban hablar porque solo querían una foto con él, yo lo flipe, y es que hay tantas cosas en América que desconocemos en España… pues sí, aun me queda mucho por aprender de USA, y eso que solo llevo dos años viviendo aquí, bueno, casi.

La web de este buen hombre es www.dogthebountyhunter.com lo único que no me gusto es que me quería hacer creer en dios otra vez, y ya le dije que con una basta, que ya fui creyente una vez y que ahora solo creo en mi. Esta ha sido una crónica mundana de Julián Lara desde el lado menos glamuroso aunque bastante curioso de como es la vida en LA.