Crítica: «MON ANGE (MI ÁNGEL)». SITGES 2016

2228

Género: Drama | Fantasía.
País: Bélgica.
Año: 2016.
Duración: 80 minutos.

Dirección – Harry Cleven | Guión – Harry Cleven y Thomas Gunzig | Producción – Daniel Marquet, Olivier Rausin y Jaco Van Dormael | Montaje – Matyas Veress | Fotografía – Juliette Van Dormael | Música – George Alexander van Dam.

Reparto: Hannah Boudreau (Madeleine de niña), Maya Dory (Madeleine adolescente), Fleur Geffrier (Madeleine), Elina Löwensohn (Louise), François Vincentelli (Padre).

«Mi padre era un mago famoso. Era tan bueno que al dejar embarazada a mi madre desapareció haciendo un truco en escena y nunca más se le volvió a ver. Como no podía ser de otro modo yo nací invisible y mi madre tenía que hacer verdaderos esfuerzo para que la gente entendiera que tenía a un recién nacido entre sus brazos.»

A grandes rasgos así el principio de Mi Ángel (Mon ange), una cinta de nacionalidad belga dirigida por el actor, director y guionista Harry Cleven sobre el libreto escrito por él mismo en colaboración con Thomas Gunzig (El nuevo nuevo testamento, 2015).

Mon ange ha formado parte de la Sección Oficial Fantàstic, a competición, del Festival de Sitges 2016.

Una cinta de ritmo lento y mensaje complejo en clave poética y metafórica en la que se abordan temas como la invisibilidad, la no-existencia, la locura o el amor, configurada como un profundo drama en clave de fantasía para el que hay que ir avisado de su contenido para evitar malentendidos de género.

Mon ange