CRÍTICA: LA SEMILLA DEL DIABLO (1968), de Roman Polanski

2751
Con 23 años, Mia Farrow estrenó La semilla del diablo.
Con 23 años, Mia Farrow estrenó La semilla del diablo.

Con la colaboración de

Género: Terror
País: Estados Unidos
Año: 1968
Duración: 136 mins.

Dirección – Roman Polanski | Guión Roman Polanski sobre la novela de Ira Levin | Producción – William Castle | Fotografía – William Fraker Montaje – Sam O’Steen y Bob Wyman | Música – Krzysztof Komeda

Reparto: Mia Farrow (Rosemary Woodhouse), John Cassavettes (Guy Woodhouse), Ruth Gordon (Minnie Castevet, Sydney Blackmer (Roman Castevet)

Pura coincidencia o caprichos del destino pero el éxito de Roman Polanski a través de la realización de esta obra se uniría con la desgracia personal del fallecimiento, a los pocos meses del estreno de la película, de su esposa Sharon Tate en la famosa masacre ocurrida en la mansión de Charles Manson. No sería el único infortunio del realizador ya que durante el rodaje de este film había recibido la fatal noticia de la muerte de Krzysztof Komeda por accidente de tráfico, compositor polaco habitual en el cine de Roman Polanski y destacado por la confección de la mítica partitura que escuchamos en el transcurso del film.

Huyendo de la sangre fácil y del susto gratuito la obra de Polanski sería un sobresaliente ejercicio de terror psicológico cargado de una atmósfera desasosegante que formaría junto «El exorcista (1973)» y «La profecía (1976)» una perfecta trilogía sobre las películas que mejor han tratado la temática del satanismo. Basada en una novela del estadounidense Ira Levin (autor de la también controvertida Los niños del Brasil llevada al cine por Franklin J. Schaffner) la historia nos hablaba del angustioso proceso de embarazo de una joven desde el momento que se muda con su pareja a un edificio tildado de maldito.

Mia Farrow (más conocida por su relación tanto personal como profesional con Woody Allen y que por aquel entonces se divorciaba de Frank Sinatra) y John Cassavettes (fortalecido por su nominación al mejor actor de reparto con Doce del patíbulo (1967)) formarían el dúo protagonista que acompañados de la inquietante presencia (a pesar de su constante amabilidad) de Ruth Gordon (guionista de «La costilla de Adán (1949)») y Sydney Blackmer (visto también como secundario en el western Duelo al sol (1946)) como el matrimonio de ancianos vecinos de la pareja llenarían la pantalla de interpretaciones convincentes y creíbles.

Entre sus escenas inolvidables ver a una Mia Farrow demacrada meciendo la cuna de su «lindo» bebe. Como curiosidad, la película sería rodada en el edificio Dakota (situado en Manhattan), conjunto de apartamentos que han sido habitados por famosos de la talla de Lauren Bacall, Judy Garland o Boris Karloff y recordado por ser el sitio donde fue asesinado el legendario John Lennon.

Frase para recordar: «Soñé que alguien estaba seduciéndome, no sé, alguien inhumano»