Fecha de estreno en España: 28 de diciembre de 2011
Género: Thriller – Ciencia Ficción
País: EEUU
Año: 2011
Duración: 109 mins
Web: www.fox.es

Dirección – Andrew Niccol | Guión – Andrew Niccol | Producción – Marc Abraham, Eric Newman y Andrew Niccol | Fotografía – Roger Deakins | Montaje – Zach Staenberg | Música – Craig Armstrong

Reparto: Justin Timberlake (Will Salas), Amanda Seyfried (Sylvia Weis), Cillian Murphy (Raymond Leon), Alex Pettyfer (Fortis), Olivia Wilde (Rachel), Johnny Galecki (Borel), Vincent Kartheiser (Philippe Weis), Matt Bomer (Henry Hamilton), Yaya DaCosta (Greta)

La sobreexplotación de títulos en producción, un sistema de trabajo apresurado y una mala elección de escritores ha convertido a la industria del cine en un nicho de libretos carentes de inventiva, argumentos a medio desarrollar y personajes bidimensionales. Es por esto que la aparición de mentes creativas como Andrew Niccol son celebradas como oasis en un desierto de mediocridad. Desgraciadamente, como todo oasis, los buenos guionistas deben luchar contra un entorno hostil y nada propicio, que en última instancia puede acabar secando su inventiva y asimilándolos a la superficialidad imperante. Pese a haber participado en películas de características diferentes, como El Show de Truman, Gattaca, La Terminal o la reciente In Time, el cine de Andrew Niccol, ya sea sólo como guionista o también encargándose de la dirección, se ha caracterizado por una mirada inquisitiva a la realidad, disfrazada siempre con argumentos sobre entornos adocenados e ilusorios, donde, para alcanzar la libertad, sus protagonistas tienen que enfrentarse a unas reglas que les mantienen sometidos.

En este sentido, In Time, es una película coherente a rasgos generales con el estilo de su autor, pero que al mismo tiempo establece un peligroso punto de inflexión en su carrera. Si nos atenemos a la premisa de su argumento, podemos decir que no nos encontramos muy lejos del terreno establecido en 1997 con Gattaca. Nos volvemos a encontrar en un futuro distópico, donde la genética ha acrecentado las distinciones sociales entre ricos y pobres, y donde los más desafortunados se ven atrapados en un sistema sin salida y desolador. También encontramos a un héroe idealista a quien un giro del destino le pone en situación de equilibrar la balanza, aunque ello suponga enfrentarse al orden social establecido. Niccol no escatima las lecturas contemporáneas de su guion, hasta el punto de vincularlo con la crisis económica actual y los recientes movimientos sociales de denuncia y ocupación.

In Time ofrece también una cuidada propuesta estética a la hora de mostrar un futuro alternativo particular, pero cercano, como ya hicieran otros títulos del género como Blade Runner, Días Extraños” o la propia Gattaca. No hay naves espaciales, ni pistolas láser, pero sí automóviles y arquitectura de diseño industrial y anticipatorio. Sin embargo, desde el inicio la película evidencia una pretensión comercial poco habitual en el cine de Niccol, y más predispuesta a hacer concesiones de cara al estudio. Esto no quita para que durante la primera mitad de metraje, la cinta nos resulte estimulante y atractiva. Desgraciadamente, una vez se han establecido las bases de su argumento, éste desemboca en un mero thriller persecutorio, en el que los protagonistas se dedican a robar bancos de tiempo y a huir de las autoridades. Se deja en la estacada los aspectos más interesantes de la trama, apenas existe desarrollo de personajes, quedan muchas lagunas por cubrir y se opta por una resolución facilona y sin interés. Todos estos elementos van en contra del tipo de cine que hasta ahora había definido a Andrew Niccol como cineasta. En este sentido, In Time parece el producto de un escarmiento. Tras por una obra tan arriesgada como El Señor de la Guerra da la impresión de que Niccol ha tenido que plegarse a la industria y ha dirigido su última película con miedo a salirse de la norma, más atento a adecuarse a los patrones del thriller y el cine de acción que a crear una obra con identidad propia. Como película de género al uso, se trata de un producto aceptable, entretenido, con actores que saben salir al paso de sus personajes y algunos apuntes argumentales de interés. Sin embargo, ateniéndonos a la trayectoria de su autor, el resultado es bastante insatisfactorio y poco cuidadoso, realizado con desinterés o socavado en postproducción para intentar asegurar un mejor recorrido comercial.

Teniendo en cuenta el antecedente que marca In Time, temor nos produce el próximo trabajo de Andrew Niccol, The Host, adaptación de una novela de Stephenie Meyers, creadora de la saga Crepúsculo. Lo que en un principio se presentaba como un punto de confianza hacia esta producción puede pasar a ser la confirmación de la rendición de un autor a la vorágine de la industria. Esperemos que no sea así, y que “In Time” se quede como un desliz dentro de la carrera de este interesante cineasta.